Diálogos cinéfagos / «Succession T2» (2019) – Jesse Armstrong


– ¡Cómo deseaba dejar enviado el texto de la temporada 1 para meterme a tope con el visionado de la 2!

– Nos pasa igual ahora con la 3.

– ¡Es verdad! Si la T1 es de Kendall (interpretado por Jeremy Strong) en esta T2 quien tirunfa es el patriarca Logan Roy.

– Interpretado soberanamente por Brian Cox. ¿Has visto las miradas que echa al bueno de Roman (Kieran Culkin) cada vez que este suelta una tonteria? En un momento lo descalifica como lo que literalmente es, un idiota.

Brian Cox interpreta a Logan Roy, el patriarca de la familia, aquí en un momento de máxima ira.

– Y un enfermo. “A sick”.

– A veces es mejor un único calificativo certero que atragantarse con una retahíla de insultos.

– En los primero capítulos de la T2, Kendall está en un estado de angustia catatónico. Qué bien lo expresa. A mí me sigue encantando su presencia, la forma de su cráneo, su barbilla, su boquita de piñón. Me resulta un hombre muy atractivo.

– Logan parece haberse recuperado totalmente de su problema de salud y saca afuera la verdadera bestia que es.

– Y ha transformado a tu Shiv en Pinky. Shiobhan, precioso nombre.

Shiv, Pinky, Shiobhan, interpretada por Sarah Snook, en su momento más frágil de la segunda temporada.

– No voy a repetir cómo la llama Roman cuando entra en su casa porque me imagino escalofríos. Y el #MeToo me despedazaría. Hay momentos de esta segunda temporada en que Shiv parece un pajarillo asustado. Como ella mismo dice…

– … “he llegado a un momento en que la opinión de mi padre es mi puto centro del universo”.

– ¿Sabes qué? No me habia dado cuenta de que «Succession» era una comedia hasta que la vi etiquetada así en Internet.

– Ah, ¿que también puedes acceder a Internet desde aquí?

– Tienes todo que aprender, Martín.

– ¿Y la califican de comedia?

– Para mí es un drama de libro. Tiene momentos cómicos, sí, pero no tiene tono de comedia.

– ¡Rompamos las etiquetas! Están sobrevaloradas.

– Y sobre utilizadas. ¡Creemos el movimiento anti etiquetas! Nada más que etiquetas para lo que es objetivable, por ejemplo, el nombre de un actor, la procedencia de una película… pero nunca para cosas que son interpretables, porque eso nos…

– … manipula. Y yo no me dejé manipular vivo así que ahora menos todavia, ¿Qué más Alfredo?

En la segunda temporada de “Succession” se habla de mujeres tratadas como estas muñecas del Punto Limpio de El Batán, en Las Palmas.

– Que adoro «Succession». Escrito con doble ce.

– ¿Y que más?

– Con doble ese también. Que echo de menos poder llorar, porque si pudiera hacerlo, lo habría hecho en la escena del abrazo de Kendall y mi diosa Shiv.

– Llorar puedes hacerlo aquí solo con el alma.

– Echo de menos esa sensación, cuándo notas que van a brotar las lágrimas, cómo te corren por la mejilla. No quiero irme sin dejar de decir dos cosas, Martín.

Los cuatro niños Roy, tal y como aparecen en la intro de la serie.

– Adelante.

– La primero, que he sentido miedo. Por estos textos. Lo sentí la otra noche mientras fantaseaba con que me echaba unos chupitos de tequila.

– ¿Miedo por qué?

– Miedo simplemente. “Fear”. Somos canarios, ¿recuerdas? Llevamos el miedo incrustado en el ADN.

– ¿La segunda?

– Que la serie tiene grandes momentos cinematográficos. Que hay grandes encuadres, soberbias planificaciones de las secuencias, hablo del juego de la cámara, del trabajo de quien lo planifica.

– Es verdad. Brindemos imaginariamente por ellos.

– Reconozcamos, vasos en alto, su altísima capacidad artística y profesional. Solo tengo un pero y una observación más.

– “Go ahead”.

– El pero, como en la primera, son algunos giros forzados en los guiones, alguna laguna dramática, algo así como inconsistencias narrativas difíciles de expresar racionalmente.

– ¿Y la observación?

– Que el mundo para los ricos es tan pequeño como nuestra querida isla de Gran Canaria, pero para los pobres es tan grande como una galaxia.

– ¿Vamos a por la tercera?

– Vamos.

En el cementerio de Las Palmas reposan los restos de Alfredo Kraus, fallecido en septiembre de 1999, y Martín Chirino, fallecido en marzo de 2019.

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