Estas cosas se fraguan así, casi de repente. Mientras andaba a eso de las siete de la tarde en el Alcampo de Telde atendiendo asuntos domésticos, a saber, cargando con una nueva tabla de la planchar, recibo la llamada del joven periodista, Fernando del Rosal, para hacerme la entrevista. Por poco la respondo entre los pasillos del hipermercado. Por fortuna reaccioné a tiempo y, con el visto bueno de Fernando, acordamos realizarla a mi vuelta a casa.
Por eso, para finalizar este muy breve entrada, y al modo de los extras de los DVDs, añado las respuestas completas que di a dos preguntas, marcando en cursiva lo que el periodista no incluyó. La segunda busca poner la lupa sobre el más lacerante problema que tiene el audiovisual en esta isla para liberarse, para por fin despegar.
La envié a las 22.00 horas. Hoy la publica el diario La Provincia en su contraportada, y en su edición digital, con una foto tomada en el mismo periódico en 2009, para una entrevista que José de Aguilar me hizo a propósito del libro El sueño del Monopol, biografía del dueño de estos cines, Francisco Melo Sansó, que edité con Filmoteca Canaria. Aquí la enlazo por si también quieren leerla.
He quedado muy contento con la entrevista, aunque releyéndola me parece que quizás me quedé corto en las preguntas en que aprovecho el guante que me lanza del Rosal para denunciar. También es fruto de la inevitable edición que acompaña al trabajo periodístico. Por eso, para finalizar este muy breve entrada, y al modo de los extras de los DVDs, añado las respuestas completas que di a dos preguntas, marcando en cursiva lo que el periodista no incluyó. La primera es sobre el taller de cine Cinexprés. La segunda busca poner la lupa sobre el más lacerante problema que tiene el audiovisual en esta isla para liberarse, para por fin despegar.
Estas son:
¿Qué hay del proyecto Cinexprés?
En este contexto que describo, una iniciativa como esa, pionera en España por unir centros formativos en un proyecto común, murió de éxito en su séptima edición. Este año nos copiaron el modelo para una ópera en la ciudad y otro festival de las islas también se ha inspirado en él. Su sombra es alargada. Yo espero retomarlo. Mis puertas siguen abiertas. Ojalá podamos sacarlo adelante. Por el bien de todos, alumnos sobre todo, pero también los profesores y los profesionales que lo coordinamos. Es una experiencia emocionante que el año pasado, como apuntas, con un presupuesto muy bajo, obtuvo el respaldo nada menos que de Egeda a través de la web Filmotech para enviar a un alumno del Politécnico Las Palmas a un ‘training’ en Hollywood.
¿Cómo es la situación actual del séptimo arte en Canarias?
Muy mala. Pero no por la falta de empuje de nuestros profesionales. Hay que desvelar las razones por las cuales esto es así. El desarrollo de este sector necesita del apoyo de las instituciones. Eso es así en todo el mundo. Mientras más pequeño y débil sea un territorio, más afinadas deben ser las políticas que se lleven a cabo. Las del Gobierno de Canarias han sido decepcionantes en tiempos de vacas gordas. Mal asesoradas, erráticas y en algún caso escandalosas. Ahora, con las vacas flacas, desvelan su bajo nivel. Pero las llevadas a cabo en Gran Canaria han sido nefastas. Eso terminará cuando los políticos de esta isla traten con respeto que merece un sector que además es estratégico por su potencial industrial. Y dejen de permitir que personas sin estudios ni trayectoria reconocida, ampliamente conocidos por llevar décadas practicar el abuso de poder y el despilfarro, machacando a los profesionales, sigan ostentando poder. La desgracia que el cine ha vivido en Gran Canaria, especialmente en la capital, por impostores sobrevivientes de gobiernos de todos los colores políticos, es desde hace muchos años intolerable. El cine, aún así, no morirá nunca, porque es expresión de una necesidad humana. Los cineastas saben adaptarse a estas circunstancias. Aunque muchos de ellos optan lógicamente por marcharse.
[Que los políticos] dejen de permitir que personas sin estudios ni trayectoria reconocida, ampliamente conocidos por llevar décadas practicar el abuso de poder y el despilfarro, machacando a los profesionales, sigan ostentando poder. La desgracia que el cine ha vivido en Gran Canaria, especialmente en la capital, por impostores sobrevivientes de gobiernos de todos los colores políticos, es desde hace muchos años intolerable.
La foto, claro, es la imagen de la entrevista tal y como hoy aparece en la contraportada del periódico.