Ginés García de Gea, propietario del videoclub V.O.: «La fusión de videoclub y comida sana funcionará»


Así se veía esta mañana la entrevista, tal y como ha salido publicada en la contraportada de La Provincia / LUIS ROCA ARENCIBIA

Así se veía esta mañana la entrevista, tal y como ha salido publicada en la contraportada de La Provincia / LUIS ROCA ARENCIBIA

Reproduzco íntegramente la entrevista que ha sido publicada hoy, domingo 17 de noviembre, en la edición de papel del periódico La Provincia. 

Ginés García de Gea (Madrid, 1949) es desde 1998 propietario de V.O., el principal videoclub de Las Palmas de Gran Canaria. Ahora la crisis le obliga a reinventarse combinando el alquiler de películas con «un espacio con degustaciones especiales, para tomar en el local y para llevar” que inaugurará después de Navidad.

Nunca lo habían entrevistado. Y eso que la mejor ventana al cine en versión original de la isla en los últimos quince años es la que él ha promovido.  No está en ninguna sala. La ciudad no la debe a ninguna institución pública. El videoclub V.O., cercano a la plaza de La Feria, es el más importante de Las Palmas. Se inauguró el 1 de agosto de 1999. Desde entonces ha sumado más de un millón de alquileres, con una media de 200 diarios, unos 6.000 al mes. Tiene 20.000 socios, con un ritmo de crecimiento de tres al día. Ofrece 8.000 títulos. Y promueve lo mismo el cine comercial que el de autor.

¿En qué consistirá la nueva apuesta?

Ofreceremos de forma rápida comida fresca y sana, del tipo ensaladas, sushis y sándwiches fríos. Un tipo de oferta más ‘a la europea’. Distanciándonos del clásico bar de la zona. La mitad de los 150 metros cuadrados del local se destinará al nuevo negocio. La otra mitad seguirá siendo videoclub. Integraremos ambas propuestas con proyecciones en la zona de comidas, nombrando los platos con títulos de películas y otras sorpresas. El proyecto está muy avanzado. Esperamos solo a que pase la Navidad, que es el mejor mes del año para el videoclub.

Habla con confianza en su éxito.

Mi mujer, Concha Zamora, conoce bien el negocio de la restauración, así que pisamos sobre seguro. Estamos convencidos de que va a funcionar. Las tendencias en la crisis hablan también de un cambio de hábitos de los españoles, hacia consumir más en comercios apegados al barrio que en las grandes superficies.

¿Cómo surge V.O.?

Concha y yo hemos sido cinéfilos empedernidos desde siempre, asiduos a los cines de arte y ensayo en Madrid, de tres y cuatro películas por semana. En 1990 llegamos a Gran Canaria y en 1998 nos mudamos de Telde a Las Palmas de Gran Canaria.  A finales de los noventa se daban todas las circunstancias favorables para emprender la aventura. Eran buenos tiempos, estuvimos convencidos desde el primer día de que lo íbamos a saber hacer muy bien. Hemos estado trabajando a diario codo con codo, aplicando desde el principio lo que ha sido norma fundamental del negocio, un trato personal cercano y pendiente del gusto de cada socio, procurando asesorarle, hablar de cine y saber ofrecerle lo que en cada ocasión nos esté demandando.

Hoy su hijo ha tomado el relevo.

Desde hace tres años es Gonzalo el que está arrimando el codo, ya que mi mujer inició otra andadura empresarial que nos está ayudando a resistir la bajada del videoclub.

«Lo que más daño hace al videoclub es el fútbol»

¿Cómo ha sido la evolución del negocio?

El crecimiento fue constante hasta el comienzo de la crisis. Pero desde 2008 se ha invertido la tónica. Con toda seguridad podemos decir que sin la crisis económica y a pesar de la competencia, tanto legal como ilegal, este negocio seguiría siendo interesante y rentable. El tremendo impacto de esta crisis en las economías domésticas ha hecho que la gente recorte en los gastos prescindibles. En general, los relacionados con el ocio son los primeros candidatos.

¿Cuál ha sido la fórmula para el éxito de todos estos años?

Nuestra filosofía desde que abrimos es ofrecer cine en todo su significado. Apostamos por todos los géneros y nacionalidades. Compramos películas que sabemos que nos va costar mucho amortizar, no solo las que dan alta rentabilidad. Con el tiempo los buenos aficionados al cine en la ciudad saben que hay ciertos títulos que solo los encuentra en nuestro local. A raíz de esto tenemos mas de doscientas filmografías de directores, la cual vamos aumentando con títulos nuevos y renovando con ediciones nuevas de clásicos.

Son, además, los únicos que abren todos los días del año, y eso desde el primer día.

Y los únicos que disponemos de un buzón en la calle para depositar las devoluciones. Mantenemos las mismas ofertas ahora que hace catorce años: “La hora loca”, con descuentos entre 14 y 16 horas y el “Videobono”, con descuentos para 10 alquileres. Hace unos años introdujimos además la posibilidad del alquiler de dos películas por el precio de una de lunes a jueves.

¿Qué ha sido lo más gratificante durante estos catorce años?

Sobre todo, el trato con gente de todo tipo y con diferentes gustos. También, los piropos que hemos recibido por nuestro trabajo.

¿Qué es lo que más valoran los clientes?

Nuestros clientes valoran mucho nuestras sugerencias, es una tradición que mantenemos desde el comienzo. Les llamamos la atención sobre aquellos títulos poco publicitados y menos comerciales. Desde hace unos años, además, hemos introducido las colecciones propias, recopilamos películas que responden a un criterio que elegimos y las exponemos en la entrada. Suelen estar relacionadas con noticias sobre el cine, directores, festivales, etc.

“Para evitar la piratería lo único que puede hacer es reeducar”

¿Qué marca la diferencia de V.O.?

Tenemos cine de todos los géneros, épocas y nacionalidades. No vendemos las copias una vez amortizadas, esto nos ha hecho tener un fondo de más de ocho mil títulos. Nuestras compras no se limitan al círculo de proveedores insulares; trabajamos con otros de la Península y Europa. Estamos atentos cuando se catalogan títulos antiguos o cine de autor que no llega a las salas de cine de Canarias. También realizamos viajes a la Península para hacer compras de ediciones limitadas o colecciones exclusivas que ofrecen los editores.

Tendrán situaciones especiales que se hayan vivido durante estos años.

Tenemos un socio que durante meses viene cada 15 días y alquila siempre las dos mismas películas: «Irma la Dulce» y «El golpe”.

Nómbreme el caso de títulos de películas que hayan destacado. También de rarezas solo disponibles en su local.

“La vida de Brian” fue un fenómeno en los primero años. Éramos los únicos de Las Palmas que la teníamos. De las películas más recientes por su número de alquileres destacan la francesa «Intocable» y la italiana «La vida es bella». De las más minoritarias, contamos por ejemplo con «El festín de Babete», «Holly Motors» y «Searching for Sugarman». Y filmografías que van desde el barroquismo del ruso Sergi Parajanov hasta el jovencísimo Xavier Dolan, pasando por el irreverente John Waters. Pero la comedia, el terror y las películas de dibujos animados son los géneros más demandados.

«Parece que nuestros últimos Gobiernos no tienen mucho interés en que la gente se enriquezca viendo cine»

¿Se ha notado el efecto de la piratería sobre el negocio?

Lo que más daño hace a los videoclubs, tanto presenciales como virtuales, en este país es el fútbol. El pasado mes de septiembre no hubo ningún día sin fútbol en televisión. También hace daño la facilidad que sigue habiendo para descargarte gratis cualquier título en internet. Además parece que nuestros últimos gobiernos no tienen mucho interés en que la gente se enriquezca viendo cine. Ver cine -sobre todo el cine independiente- hace pensar y la forma de alejarnos de esa “tentación de pensar” es ofreciéndonos entretenimiento masivo y vacuo de contenido para mantener nuestras mentes ocupadas y limpias de contaminaciones culturales.

¿Qué le parece que bibliotecas públicas, por ejemplo la del Estado, muy cerca de su establecimiento, tengan en préstamo películas que podrían alquilarse en negocios como el suyo?

Normalmente estos lugares públicos no tienen películas comerciales, se limitan a unas pocas colecciones. A nosotros beneficia que hayan lugares donde la gente pueda alquilar o comprar películas, es igual que estén cerca o lejos. Cuantos más sitios haya para esto mejor para el cine y mejor para todos los que lo amamos y vivimos de ello. Lo realmente importante es hacer que la gente cambie la mentalidad, que cada vez menos gente descargue cine por la cara. No creo que por mucha ley restrictiva que se apruebe se vaya a acabar con la piratería, eso no se puede controlar. Lo único que puede hacer es reeducar a la gente.

¿Le ha puesto fecha de caducidad a V.O.?

Nuestro problema en la actualidad es el fútbol y algunos canales de la TDT. Con la pobreza que tenemos en este país, y más en esta comunidad, la gente no está en condiciones de gastarse 50 euros al mes en una tarifa plana de televisión. El que pueda se irá al cine o alquilará algo. Resistimos. Disponemos desde hace un año de nuestra propia página web, www.voclubdecine.es. En ella se puede consultar todo el cine disponible en nuestra tienda, hacer reservas para pasar a recogerlas más tarde y, también, una sección de alquiler online con un monedero virtual que se puede recargar fácilmente.

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