De las ocho semanas de rodaje de “Cien años de perdón”, dos y media se llevaron a cabo en Las Palmas de Gran Canaria. Hablamos con su director, Daniel Calparsoro; el productor, Juan Gordon; el productor local Antonio Batista, y el especialista de acción Gonzalo Hernández. Si en la ficción el atraco ocurre en Valencia, en Buenos Aires se rodaron las escenas del banco y en Las Palmas donde policía y políticos negocian la resolución. “La película está rodada en dos hemisferios, dos continentes, una isla, ha sido una aventura maravillosa”, dice Daniel Calparsoro.
La película de atracadores fue estrenada el pasado 4 de marzo. Lideró las preferencias de los espectadores de cine en España durante su primer fin de semana. La previsión es que el filme de Morena Films, Vaca Films y Telecinco Cinema, distribuido en salas por Twentieth Century Fox, pueda llegar a los seis millones de euros en total. Producirla costó 3,7 millones de euros. [Si te ha gustado esta entrada, quizás puedas seguirme en @LuisRocaA 😉 Twitter]

En la película, el Gran Canaria Arena se ubica en Madrid. Ferrán (Raúl Arévalo), jefe de gabinete de la presidental del gobierno, recibe la noticia del atraco durante una inauguración. / OAC

Daniel Calparsoro (i) y José Coronado, durante el rodaje en la planta 1 del AC Hotel Iberia de Las Palmas. / OAC

En azul, los puntos donde se rodaron escenas de «Cien años de perdón», con el recuadro ampliado a la derecha. / Elaboración propia OAC
Batista recuerda de forma especial el rodaje en exteriores en la calle Rafael Cabrera, celebrado el primer domingo que los comercios abrían en Triana por la campaña navideña. “íbamos a rodar durante la mañana, pero el director de fotografía cambió en el último momento y nos pidió hacerlo por la tarde. El riesgo de colapso en la zona con la calle Rafael Cabrera cerrada al tráfico era notable. Lo salvamos gracias a la colaboración de la Policía Local. Ese día movíamos once vehículos que circulaban junta el Audi negro del personaje de Raúl Arévalo, contamos con cuatro especialistas de acción y figuración para la calle”.
El madrileño Gonzalo Hernández, director de Stunts Canary Islands, residente en Gran Canaria desde 2013, fue el coordinador de acción y especialista de “Cien años de perdón”. “El rodaje en la calle Rafael Cabrera fue delicado, con muchos vehículos de escena, uno de acción (el que conducía yo) y dos más con especialistas de mi confianza que me aseguraran la maniobra. Debía salir fuerte y hacer un giro a la derecha por Pilarillo Seco. Como anécdota, recuerdo que tuvimos un problema porque el coche era un Audi A8 nuevo tan inteligente que a poco que intentaba trampearlo, te avisaba con todo tipo de pitidos y alertas en la pantalla. Lo pudimos neutralizar llamando al mecánico de la casa”. Hernández ha trabajado en todas las películas que se han rodado en Gran Canaria en los últimos años. Ahora en “The Titan”, que se sigue filmando en la Isla, en calidad de actor especialista y asistente del coordinador de acción inglés. Mientras, busca apoyo de las administraciones públicas para un nuevo curso en la Isla de iniciación al cine de acción. “Hay que formar a gente nueva para los rodajes que vienen”.
DANIEL CALPARSORO: “Las personas incapaces de aceptar el fracaso están condenadas a naufragar”El primer fin de semana, “Cien años de perdón” recaudó 1,59 millones de euros. Lideró la taquilla española. El segundo alcanzó los 1,15 millones. La película está funcionando mejor entre semana. Daniel Calparsoro no ha tenido nunca un arranque tan exitoso en taquilla como con “Cien años de perdón”. ¿Se siente feliz? “No, no me siento feliz, porque, aunque he hecho películas que han funcionado bien en salas, todo ha sido siempre muy traumático. Estoy acostumbrado a que las cosas sean bastante más complicadas y duras, mis mecanismos no están preparados para manejar una situación de este tipo”.
Calparsoro es vasco aunque nació en un taxi en Barcelona, en 1968. Se ha criado en San Sebastián. Vive en Madrid. Conoce bien Gran Canaria por “un primer amor que era de ahí, con 18 años, al principio de la Universidad”. Sus islas preferidas son Lanzarote y Fuerteventura. “Me fascinan sus paisajes, el océano”. A ellas viaja con frecuencia con su familia. Precisamente en estas dos islas rodó su filme “Invasor” (2012), un thriller ambientado en la guerra de Irak.Después de un día de escapada a Francia, el director que debutó en 1995 con “Salto al vacío” conversa con el periódico a su vuelta a Hondarribia, donde residen sus padres. “Cien años de perdón» es una película muy entretenida y divertida, con un punto canalla, una película que está viva. Cuenta la historia de un atraco, sí, pero no es un thriller puro. Cuando me senté con el guionista Jorge Guerricoechevarría para ver cómo la desarrollábamos, estábamos de acuerdo en que fuera en la que los personajes fueran los que hicieran girar la trama, no al revés. También, en que estos utilizaran el humor como palanca. El guión es de los mejores que ha escrito Jorge”.

Resulta curioso saber que para esta escena con Mellizo (José Coronado) y El Uruguayo frente a frente, se rodó a un personaje en Las Palmas de Gran Canaria y el otro en Buenos Aires. / OAC
El público aprecia en “Cien años de perdón” sus chispazos de humor. También que, a medida que avanza, el guión se vaya distanciando de los estereotipos que son necesarios para empezar a construir los personajes de una película de género como esta. Porque en el filme los verdaderos malos están claros, pero también es cierto que entre los atracadores y rehenes se establecen rivalidades y complicidades que los hacen débiles, humanos. “Creo que la gente empatiza con la película porque la ve cercana. No hay que olvidar que, al final, “Cien años de perdón” es una historia de amistad entre El Gallego y El Uruguayo (interpretado por Rodrigo de la Serna) en un mundo donde todos se ocultan algo, todos mienten, ellos incluidos. También te viene a decir que si trabajas en equipo tienes una oportunidad de llegar más lejos. Los de fuera, los verdaderos criminales, mientras tanto son incapaces de hacerlo, siguen mintiéndose hasta final. Las personas incapaces de aceptar el fracaso están condenadas a naufragar”.
Le pido que destaque algún elemento de su película. “Esto ha sido posible, sobre todo, gracias al elenco, que está brillante, tanto los españoles, Luis Tosar, Raúl Arévalo, Patricia Vico, José Coronado, Luis Callejo, Marian Álvarez, como los argentinos, que han sido un descubrimiento para mí, Rodrigo de la Serna, Joaquín Furiel y Luciano Cáceres. Ellos son los que han sabido darle ese brillo, convertir la película en un artefacto que eleva el guión. Pero si la actuación es el corazón de la historia, si la fotografía y el montaje también son de mucho nivel, la música de Julio de la Rosa es espectacular. Julio ha entendido la película mejor que nadie, ha sabido sacar la música del corazón de la película, como si hubiera compuesto la música que estaba encerrada dentro”. Es cierto, como afirma el director, que muchas veces el espectador no percibe la música que está sonando, uno de los mejores datos para detectar la excelencia de una banda sonora. “Todo el final, que apenas tiene diálogos, está envuelto en esa especie de ópera rock que te hace salir del cine con un subidón”. JUAN GORDON: “No estoy para hacer películas que no funcionen”El productor Juan Gordon, de Morena Films, nos atiende desde Berlín mientras prepara un nuevo rodaje. Recuerda la filmación de “Cien años de perdón” como “muy agradable. El equipo dormía en el AC Hotel Iberia, con lo cual la mayor parte de los días bajábamos a la planta uno y rodábamos. Eso era una maravilla. Para mí, las dos o tres semanas que he filmado en las Islas en las cuatro películas que he hecho allí han sido la parte del rodaje más tranquila”.
Morena Films, Vaca Films y Telecinco Cinema son las tres productoras, de la película. Si para Calparsoro, los rodajes de cine son “muy buenos para las Islas Canarias, por supuesto, porque generan negocio, y mejor si es cine español,” para el productor, Juan Gordon, “estas filmaciones van más allá de las exenciones fiscales, porque han permitido construir un sector audiovisual que estaba dormido, o era pequeño, en la Islas, que se hayan formados equipos y productoras, y que se pueda seguir rodando. Lo que hay en Canarias es un plató natural maravilloso, donde puedes acoger escenas que ocurren en países complicados para rodar como Irak o Afganistán, hay escenarios fantásticos para películas que tienen que ver con el agua, que ocurren en barcos, submarinas, que tengan escenas en puertos, en lugares de vacaciones, películas que necesiten desiertos, bosques… Con todos los países que hoy tienen problemas de seguridad muy serios y que cuentan con los mismos paisajes de Canarias, de repente las Islas se han convertido en una alternativa real”. Además de “Cien años de perdón”, Juan Gordon ha rodado en Canarias “Invasor” (Daniel Calparsoro, 2012), “Las ovejas no pierden el tren” (Álvaro Fernández Armero, 2014), y “Ma ma” (Julio Méden, 2015).
Desde Berlín, Gordon apunta lo importante que es para los rodajes de cine en las Islas que “siempre haya formación de equipos y de proveedores por si se sigue ampliando la oferta. Sería malo saber que porque se estén rodando dos películas grandes no se pueda trabajar en Canarias. Está el riesgo de que en un momento determinado la demanda caiga, y que equipos y proveedores formados se queden parados, pero eso ocurrirá siempre, y es lo que hay que saber prever con el apoyo de las administraciones locales”. Morena Films se encuentra a las puertas de dos nuevos estrenos, “Altamira” (Hugh Hudson), protagonizada por Antonio Banderas, el 1 de abril; y “El olivo”, la nueva película de Iciar Bollaín, el 6 de mayo, protagonizada por Javier Gutiérrez. “Me interesa producir un cine que no sea puro divertimento, sino que tenga contenido en relación a la realidad en que vivimos. Pero sin perder de vista el público, no estoy para hacer películas que no funcionen”, dice Gordon. Su productora está detrás de títulos que se han hecho un hueco entre lo más destacado del cine español de los últimos años, como “Celda 211” (Daniel Monzón, 2009) y “También la lluvia” (Icíar Bollaín, 2010).Para terminar le pido al productor su valoración del momento cinematográfico en España hoy. “La nueva línea de ayudas del Gobierno es mejor que la anterior. Son ciertas las pegas que se le hacen de que está diseñada para fomentar las empresas grandes, y que por lo tanto los productores más pequeños tienen mas dificultad, pero creo que esto se explica por el interés del Gobierno en consolidar un sector industrial. También es bueno que las ayudas sean por anticipado, que no se esté ligado a obtener un numero de espectadores, se ha visto que eso puede llevar a una manipulación de las cifras. Es cierto que no es todo de color de rosa, y la nueva norma da bastante importancia a las distribuidoras y televisiones, pero con todo, creo que el sistema ha mejorado. Ahora toca adaptarnos a este modelo”.
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