Si quieres, puedes ir directo al artículo en El Viajero de El País picando aquí.
El origen del artículo que hoy sale publicado en Viajeros Urbanos, la extensión online del suplemento El Viajero de El País, se lo debo a la amistad. Alexis González, amigo con mayúsculas desde los 13 (por lo menos) me propuso de cañas en La Travesía algo a lo que inmediatamente dije que sí: un pateo por los riscos de Las Palmas. «El primero, por ahora, que sea el más pintoresco, el risco de San Juan«, decidimos. Ni él ni yo, ni tantos habitantes de la ciudad, habíamos pisado nunca los riscos por dentro a pesar de tenerlos, como es mi caso, a cinco minutos a pie. Desconocimiento o ignorancia, que son aliados del miedo, y también porque, como se dice en el texto, no son más que casas «hombro con hombro». Ni más ni menos. Es difícil que se te haya perdido nada ahí. Así que si este artículo es un texto de descubrimiento para el lector, que sepa que también lo ha sido para mí.
Las casas de colores de San Juan son uno de los iconos de la ciudad. Quizás el que funciona mejor por su plasticidad. También porque revelan una parte decisiva de su propia esencia: una ciudad en el fondo (y la forma) muy humilde y siempre subordinada, forjada a sí misma en un espectacular entorno geográfico que ni siquiera sus propios habitantes (me incluyo) son capaces de valorar en toda su belleza. De alguna forma, son una buena metáfora. Los riscos tienen además las mejores vistas de la ciudad, en alto con la ciudad a sus pies y el horizonte del mar como auténtica frontera. Su carácter abigarrado es el mismo que también define a la urbe. Y el suma y sigue de esos colores yuxtapuestos que con tanta personalidad contrastan unos con otros es todo menos planificado.
Así somos. Por eso hay que intentar conocerlos por dentro. También, porque son los grandes olvidados de la ciudad histórica (están ahí desde el siglo XVII). Los más pobres, los que menos cuentan. Quizás, quién sabe, también los que salvan de morir de modorra al resto de la ciudad.
La imagen de arriba de esta entrada es la portada hoy de El Viajero en Internet, dedicada al artículo. En el centro, colección de fotografías que tomé durante la visita y colgué posteriormente en mi galería en Instagram (@luisrocaarencibia). Más abajo, las cuatro imágenes propuestas para acompañar el artículo. Al final de la entrada, la portada del artículo en la página de inicio de ElPais.com, debajo de la zona dedicada a las editoriales. Me enorgullece decir que en estos momentos las casas de colores de San Juan están en lo más alto del top 50 de lo más leído de El Viajero. Mañana, Dios dirá.
It’s a mammoth playground built of mountains, hills, lakes, ddffkagabeak