Tatiana Hernández, figurinista de «Los amantes pasajeros»: «Pedro Almodóvar es exigente y dialogante. Le gusta arriesgar y que arriesgues.»


Tatiana Hernández

Sobrevuela sobre nuestras cabezas el avión que trae la nueva película de Pedro Almodóvar. Aletean «Los amantes pasajeros». El viernes 8 de marzo se estrena. Y como cada vez que el manchego enseña película desde «Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón» (1980) eso significa acontecimiento. Se dice que es una vuelta a la comedia sin complejos un cuarto de siglo más tarde, después de «Mujeres al borde de un ataque de nervios» (1988). El Deseo, su productora, está siendo cuidadosa con la promoción. Como siempre. Temerosa de Dios, diría yo. La semana pasada, dos textos del director, que nunca ha escatimado en compartir interioridades de rodajes y pensamientos en primera persona (una de las muchas claves de su éxito), aparecían en el diario El País. Aquí los enlazo por si quieres leerlos. En la ceremonia de entrega de los pasados Premios Goya el trío formado por Javier Cámara, Raúl Arévalo y Carlos Areces apuntaban a repetir el numerito del trailer promocional cuando entregaban un premio. Menos mal que solo metieron la puntita.

«En «Los amantes pasajeros» combiné mis diseños con los de David Delfín. El reto era que el vestuario funcionara como conjunto sin agotar al espectador.»

Hace una semana Paco Delgado, vestuarista de Lanzarote con un año rabiosamente triunfador, optaba a los Oscar de Hollywood por «Los miserables» de Tom Hooper. Delgado ya había ganado el Goya por «Blancanieves» de Pablo Berger la semana anterior y se mostró en el atril tímido y elegante. Un modisto modesto. Esta entrevista con la directora de vestuario de Los amantes pasajeros, la tinerfeña Tatiana Hernández, surgió precisamente por el muro de hormigón que Delgado, acaso sabiamente, levantó a su alrededor para protegerse de la voracidad de los medios, que nunca lo habían tenido en cuenta y de pronto, querían saber hasta el número de zapato que calzaba. Queríamos.

Así que, fruto de un trabajo conciencudo y persistente llegué a la idea de Tatiana Hernández. Las cosas no pasan por casualidad. Y cuánto me alegro. La conocí desde que era «la novia de Juan Carlos Fresnadillo» durante el rodaje de «Esposados» (1996). De la mano pasearon por la alfombra roja del mítico Dorothy Chandler Pavillion de Hollywood. Más tarde supe que la directora de arte se había convertido en figurinista y me alegré un montón cuando la vi en la terna de los Goya en 2004 con «La gran aventura de Mortadelo y Filemón”, de Javier Fesser (2003). El filme se llevó cinco de las seis candidaturas -todas de ellas técnicas- a las que estaba nominada (dirección de producción, montaje, dirección de arte, maquillaje y/o peluquería, efectos especiales). La única que se quedó con un palmo de narices fue Tatiana. Era su primera vez. Su Goya fue a Ivonne Blake por la «Carmen» de Vicente Aranda. El palo se enmendó con el Goya al Mejor Vestuario por «Lope» en la 25 edición de los premios (2011). Se convirtió en la primera mujer de las islas Canarias que lo obtenía.

Esta entrevista con Tatiana Hernández se publicó en los periódicos La Provincia y La Opinión de Tenerife el domingo pasado, día de celebración de la gala de entrega de los Oscar. La añado entera a continuación, ya que no fue difundida online en ninguno de los dos periódicos. En ella habla de los Goya, de Paco Delgado, de su oficio y de su trabajo en «Los amantes pasajeros». Con respecto a lo publicado le he cambiado el titular, como pueden descubrir si ven el recorte que dejo al final de este entrada. La semana que viene va a ser la de Almodóvar y conviene empezar a celebrarla a lo grande. Espero que la disfruten:

Tatiana Hernández, directora de vestuario: “Almodóvar es muy exigente, meticuloso y dialogante. Le gusta arriesgar y que arriesgues.”

Es la primera canaria que ganó un premio Goya, en 2011 por el diseño de vestuario de Lope (Andrucha Waddington, 2010). En esta entrevista, Tatiana Hernández (Santa Cruz de Tenerife, 1968), figurinista de la nueva película de Pedro Almodóvar, Los amantes pasajeros, que se estrena el próximo 8 de marzo, habla de su trabajo y de las opciones del lanzaroteño Paco Delgado en los Oscar que se entregan esta noche. Delgado opta por el diseño de vestuario de Los miserables, de Tom Hooper.

Tatiana Hernández sabe de lo que habla. En 1998 pisó la alfombra roja de Hollywood como directora de arte del filme canario Esposados, de Juan Carlos Fresnadillo, primer corto español en estar nominado a un Oscar. Con este director ha trabajado en su primer largometraje, Intacto (2001), y el último, Intruders (2011), que inauguró la 59 edición del festival de cine de San Sebastián. La tinerfeña es también la figurinista de dos importantes películas que están en fase de montaje. La comedia La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo (AzulOscuroCasiNegro), y El niño, título provisional del nuevo filme de Daniel Monzón (Celda 2011), una película “de acción y aventuras” que tiene previsto rodarse en parte en Gran Canaria.

La primera pregunta no es sobre Pedro ni sobre Paco ni sobre Oscar. ¿Nota usted la crisis?

Sí, claro, como todo el mundo. Hay menos proyectos y cada vez es más difícil que los que están salgan adelante. Con menos recursos hay que realizar el trabajo con más imaginación.

¿Qué le pareció la gala de los Goya pasada? ¿Qué opinión le merecen las críticas de actores y las réplicas de los días siguientes?

Yo me divertí mucho. Y me gustó mucho el discurso de mi presidente, Enrique González Macho. Dicho esto, creo que todos los que salen al escenario a recoger un premio tienen derecho a decir lo que piensan. El mismo derecho de los que no opinan como ellos a replicarles desde la tribuna que estimen convenientes.

«Con Almodóvar tienes que llevar los deberes muy bien hechos. Siempre va por delante de ti.»

¿Cómo valora el hecho de que un figurinista español, Paco Delgado, nacido en Canarias, opte a un Oscar?

Me da una envidia que me muero [risas]. Me parece maravilloso, más que increíble. En Estados Unidos nuestra profesión está asentada y reconocida. Hay premios anuales específicos para el diseño de vestuario, con distintas categorías según el tipo de película. El logro de Paco hace que los vestuaristas españoles ganemos en presencia internacional. Y en España que nuestro trabajo sea conocido. Llegar a los Oscar desde Canarias es un gran recorrido.

En los Oscar, Paco Delgado es el único hombre frente a cuatro mujeres. ¿Cuál es su favorito?

Paco es un francotirador. Le dieron una gran oportunidad en una película internacional y la aprovechó. Él es mi favorito. Su trabajo me parece el mejor de los que he visto. El esfuerzo que supone hacer una tarea como la suya en Los miserables es encomiable. Y es un vestuario fantástico, que respira durante toda la película. Claro que tiene grandes competidores. Sobre todo Jacqueline Durran por Anna Karenina (Joe Wright) y Joanna Johnston por Lincoln (Steven Spielberg).

«No soy mitómana ni fiel. Me gusta sentirme libre.»

Hablemos de Los amantes pasajeros. Un día recibe una llamada de El Deseo, la productora de Pedro Almodóvar. Le dicen que quieren verse con usted. ¿Cómo fue?

Era Semana Santa. Justamente estaba descansando con mi familia en la playa del Médano, en Tenerife, cuando me llamaron. Fue un notición. Volví a Madrid. Hice una entrevista con Pedro y empezamos a trabajar. Yo ya había trabajado con El Deseo. Había participado como ayudante o diseñadora en El espinazo del diablo (Guillermo del Toro, 2001), La vida secreta de las palabras (Isabel Coixet, 2005) y El patio de mi cárcel (Belén Macías, 2008). El Deseo es una casa que me gusta visitar.

¿Cómo es eso de trabajar con Almodóvar?

Es muy exigente. Su presencia impone mucho. Sabe muchísimo de cine, de arte, de moda, música. ¡Sabe mucho de todo! Viene con muchas propuestas en su cabeza. Es muy meticuloso y dialogante. Le gusta arriesgar y que tú arriesgues.

¿Es diferente de los demás directores?

Especialmente de mi trabajo, el vestuario, está al tanto de todo. Y le da mucha importancia. Eso lo diferencia. Lo ve de una forma distinta al resto. Para él es algo que también es divertido. Eso sí, tienes que llevar los deberes muy bien hechos. Porque siempre va por delante de ti.

«Diseñar un vestuario para una película en época actual no solo es un trabajo menos valorado, también es más difícil de valorar.»

Defíname el vestuario de Los amantes pasajeros.

La película transcurre casi toda en un mismo escenario, la cabina de un avión, y los personajes tienen todos un vestuario único. El reto era que la ropa funcionara como en una fotografía sin agotar al espectador. El vestuario siempre ayuda a definir al personaje y es una herramienta para el actor, pero aquí debía funcionar a nivel coral. Se probaron muchas opciones. Además, debíamos lograr que combinara con los uniformes de la tripulación, diseñados por David Delfín.

¿Cómo calificaría la película?

Me muero por verla [risas]. Por lo que sé del guión y el rodaje puedo decir que es una comedia muy fresca, una vuelta a películas que Pedro no hacía desde hace muchos años. Todos teníamos muchas ganas de hacer una comedia en los tiempos que corren. Su cine es muy interesante sin excepciones, pero la oportunidad de hacer una comedia con él es más que un lujo. Espero que haya quedado tan divertida como nos lo hemos pasado en la preparación y el rodaje.

«En el arranque del rodaje es donde acumulas todo el estrés y la ansiedad de mi trabajo»

De la dirección de arte de Esposados fue introduciéndose en el sector. Ahora tiene un currículo envidiable. Juan Carlos Fresnadillo, Javier Fesser, Álvaro Fernández Armero, Isabel Coixet, Daniel Sánchez Arévalo, Pedro Almodóvar, Daniel Monzón. ¿Qué consejo le daría a alguien que se encuentre en la misma situación que usted hace quince años?

En aquel momento vivíamos también en crisis, al menos los del cine, y no sé si era peor que esta actual. Las ganas de hacer cosas es un estímulo muy importante. Yo me abrí hueco uniéndome a gente como yo. Empezábamos y no veíamos la forma de progresar, porque los que estaban asentados no daban oportunidades. A mí eso me fue bien.

Su equipo diseñó más de 3.000 trajes diferentes inspirados en el Siglo de Oro para Lope. ¿Ha sido el vestuario más difícil de su carrera?

No hay vestuario fácil, pero sí, Lope fue especialmente complicada por su dimensión. Es el trabajo de diseño más grande en términos de volumen que he hecho. Normalmente mi equipo son dos personas, Javier Pan Álvaro y Mónica García Lancha. En Lope éramos catorce.

¿Dónde está el momento más crítico del proceso de su trabajo desde que acepta un encargo hasta que termina un rodaje?

En el arranque del rodaje. En el momento de recibir el encargo tienes presión, pero solo hasta que consigues colocar todas las piezas en su sitio, como en el Tetris. En ese momento tienes toda la ilusión y necesitas capacidad de organización. Pero cuando va a empezar el rodaje ultimas todos los detalles, haces pruebas de cámara, compruebas que las previsiones de logística son las acertadas. Y no hay vuelta atrás. Es donde acumulas todo el estrés y la ansiedad.

Lope es el trabajo de diseño más grande en términos de volumen que he hecho. Pero no hay vestuario fácil.

¿Cómo definiría su marca como diseñadora de vestuario? ¿Cuáles son sus referentes?

No tengo referentes. No soy nada mitómana. Ni tampoco soy fiel. Me gusta sentirme libre. Procuro no conformarme una idea de nada antes de ponerme a trabajar.

¿Es más difícil diseñar vestuarios para películas de época o para las que se desarrollan en época actual? La primera opción es la que suele recibir más premios año tras año.

Eso ocurre porque el vestuario de época es más vistoso. Te recrea los ojos. Al público le encanta. También estas películas suelen tener presupuestos más holgados para vestuario. Pero una película en época actual implica un lenguaje diferente. Dificultades distintas. Es un trabajo mucho más sutil de lo que se piensa. Tiene éxito si logra no sacarte de la película. Y es tan sutil que pasa con frecuencia desapercibido. Me siento muy orgullosa del trabajo en películas como La vida secreta de las palabra o Intacto. Pero soy consciente de que es un trabajo menos valorado. Y no solo eso, también es más difícil de valorarlo.

Paco Delgado es mi favorito para el Oscar. Su trabajo me parece el mejor. Su esfuerzo, encomiable. El de Los miserables es un vestuario fantástico que respira durante toda la película.

¿Existen guiños a Canarias, alguna referencia a las islas, en alguno de los vestuarios que ha creado hasta ahora?

Para Lope revisamos mucho los tocados regionales españoles, también los de las islas Canarias. Porque en esa época eran más atrevidos que los del norte de Europa. Bebían de más fuentes, tenían la influencia árabe, que era muy rica. Y nos inspiramos en elementos de todos ellos. Pero nada más. Al menos de forma consciente no he introducido ningún elemento de Canarias en los vestuarios que he realizado. Hasta ahora.

Tatiana Hernández

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