Andreas Dresen y Andrés Santana, colaboraciones de cine en El Asombrario de Manuel Cuéllar


AltoEnElCamino

Fotografía tomada durante la proyección de «Alto en el camino», de Andreas Dresen, en Gran Canaria Espacio Digital. LUIS ROCA ARENCIBIA

Dos han sido mis nuevas colaboraciones en El Asombrario, la revista online del periodista Manuel Cuéllar, donde he decidido compartir textos sobre cine. La primera sobre el director alemán Andreas Dresen, a quien pude entrevistar en noviembre gracias a las gestiones del Consulado de Alemania en Canarias, que organizaba una muestra sobre cine alemán reciente en Las Palmas de Gran Canaria con tres películas del director nacido en Gera (entonces República Democrática de Alemania) en 1963. La entrevista fue publicada en La Provincia y los textos críticos sobre las tres (magnificas) películas de Dresen que descubrí en el ciclo –Alto en el camino (Halt auf freier Strecke, 2012); En el séptimo cielo (Wolke 9, 2008); A Media Escalera (Halbe Treppe, 2002)- son estos que el pasado mes de enero publiqué en El Asombrario.

Puedes clickar aquí si quieres leerlo.

El Asombrario está a punto de cumplir la friolera de 100.000 visitas en solo dos meses de vida. El segundo texto, que este fin de semana ha ocupado los dos días de publicaciones de la revista, lo llevaba en la cabeza desde hace seis meses, sin encontrar el momento para escribirlo. Es un relato del homenaje al productor Andrés Santana que en julio de 2012 organicé con la asociación de vecinos Barranco de la Mina de Las Lagunetas (San Mateo). Sin tiempo para preverlo se convirtió en la noche más bonita del año. De muchos años. Uno de esos momentos de intensidad inolvidables que gracias a la presencia de la fotógrafa María González Calimano, directora de Filmoteca Canaria, fue retratado en las imágenes con las que acompaño esta entrada.

El relato fue concebido la misma noche que ocurrió con la estructura de las famosas muñecas rusas. Solo que en este caso las matrioshkas fueron descubriéndose de dentro a fuera. Del corazón de aquel momento a las capas que sucesivamente lo habían estado envolviendo.

Puedes clickar aquí si quieres lee la primera parte del relato.

Puedes clickar aquí para leer la segunda parte del relato.

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