– Apúntatelo: “Maus. Relato de un superviviente”, de Art Spiegelman. No hay cómic más angustioso, ni forma en que se haya contado el Holocausto más desoladora.
– ¿Y qué necesidad hay de pasar angustia?
– No solo es entender lo que no puede repetirse, también es sentirlo en tu propio organismo. El Holocausto es la máxima expresión de la maldad de la historia. Una de las virtudes del cómic de Spiegelman es que te hace reflexionar sobre cómo puede ser la vida de un ser humano que ha sobrevivido a aquello. Los supervivientes lo fueron por mera suerte. Ese pensamiento te descoloca, te perturba.
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