Mujeres al volante del cine español


Así salió publicada ayer en el periódico La Provincia mi crónica del 70 Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Comparto el texto en abierto y en su versión completa.

2022 pasará a la historia por ser el primero en que mujeres españolas directoras de cine han realizado las mejores películas. La ultra sensible “La maternal”, presentada en la sección oficial del 70 festival de cine de San Sebastián, conforma este año, con “Alcarrás” y “Cinco lobitos”, un tridente imbatible.

“El triángulo de la tristeza”, Palma de Oro del pasado festival de Cannes es una reveladora, arrebatadora, combativa y excesiva sátira despiadada del mundo que vivimos.

El primer festival de cine de San Sebastián se celebró con las cenizas aún calientes de Jean-Luc Godard, fallecido el lunes anterior. Hubo gritos desgarrados que pidieron para el padre de la cinefilia mundial crespones negros e incluso luto oficial. El festival los aplacó con un comunicado oficial y 91 salvas desde el hotel María Cristina, donde el apátrida director de 150 películas, muchas instaladas, indeleblemente, en la memoria colectiva mundial -entre ellas la inolvidable “Salve quien pueda, la vida” (1980)-, antiguo comunista trotskista, fumador de puros, amante del baloncesto y tenis, se habría alojado alguna vez.

Es ficción. Godard se murió el lunes y nada en el Zinemaldia recordó al director de «Histoire(s) du Cinéma» (1988). Siempre sospeché que los guiños del festival dirigido por José Luis Rebordinos al cine deconstruido son una expresión de sensata precaución para evitar terminar lapidado por los deconstructores. Rebordinos es el director que más años ha estado al frente del más importante evento cultural de España.

Un momento de «La maternal», de Pilar Palomero.

Hay algo peor que tener resaca después de una noche de fiesta con tu productora y distribuidores por otro documental que no es el tuyo en la discoteca Bataplán, antro principal del festival, al mismo ras de la playa de la Concha, que además tengas película a las ocho y media de la mañana y sea otra decepción. No ocurrió. Afortunadamente, la historia del 70 festival de cine dio un giro de guion inesperado el martes con “La maternal”, lo nuevo de Pilar Palomero, ganadora del Premio Goya a mejor película con “Las niñas” hace dos años. Vuelve la aragonesa con un retrato íntimo femenino, esta vez de una jovencísima madre de 14 años, y vuelve a sostener el éxito de la propuesta en el casting de su protagonista, en este caso la extraordinaria Carla Quílez.

Equipo de “La maternal”, con Pilar Palomero en el centro y Carla Quílez a su derecha, tras la rueda de prensa / LUIS ROCA

La película ratifica la validez de lo que desde hace años reivindican las feministas para el cine, la mirada femenina. En “La maternal”, ese poder se traduce en una propuesta muy sencilla, a caballo entre la ficción y el documental, pero emocionante hasta las lágrimas. Con “Alcarrás” (Carla Simón) y “Cinco lobitos” (Alauda Ruiz de Azúa) constituyen las tres mejores películas del cine español del año, un tridente imbatible. Las tres dirigidas por mujeres, dos de ellas abordando el tema de la maternidad.

La rueda de prensa también fue emocionante cuando tomaron la palabra las actrices, jovencísimas madres adolescentes internadas en centros de menores que se interpretan a si mismas, felices por fin porque, como expresó una de ellas, “de una experiencia tan mala ha salido algo tan bonito como esta película”.

Vicky Krieps es Sissi en la película «Corsage», de Maria Kreutzer.

Retrato íntimo también, pero en este caso del último año de vida, en 1878, de la princesa Isabel de Baviera (Sissi), emperatriz de Austria y reina consorte de Hungría, es la coproducción europea “Corsage”. El relato, a la manera de Sofia Coppola en “María Antonieta” (2006), incluye anacronismos narrativos como esa preciosa interpretación al arpa del “As Tears Go By”, de los Rolling Stones, en el propio palacio de la emperatriz. “Corsage” le saca a la emperatriz el corsé y nos la muestra en su interesantísima feminidad. Y literalmente desnuda por primera vez en la historia del cine. La película también está dirigida por una mujer, Maria Kreutzer.

Cartel promocional de «La consagración de la primavera», tercera película de Fernando Franco.

Las películas en las que hombres directores abordan retratos femeninos tienen cada vez menos interés, aunque se hagan con sentido y sensibilidad como esta. “La consagración de la primavera”, tercera del sevillano Fernando Franco, sobre una chica de 18 años abriéndose a la sexualidad a la vez que original descubrimiento del sexo para los afectados por parálisis cerebral. ¿Por qué los hombres directores hacen tantas películas sobre la sexualidad femenina y menos sobre la masculina, por qué no se centran en lo que conocen y escriben, disertan, juzgan, sobre lo que no conocen? Por exceso de oferta y credibilidad, no son buenos tiempos para la mirada masculina, al revés que la femenina, y más si abordan temas relacionados con la intimidad de la mujer. Con todo, “La consagración de la primavera” es de esas películas que te hacen mejor persona.

Anna Castillo y Oriol Pla, en un momento de «Girasoles silvestres» (Jaime Rosales).

De tipos de masculinidades trata lo nuevo de Jaime Rosales, “Girasoles silvestres”, su película más amable con el público. El director de “La soledad” (2007), con la que ganó el Goya, propone una película de trazo sutil e interesante en el uso de las elipsis. “Girasoles silvestres” trata de una madre joven (Anna Castillo) con dos niños pequeños y las parejas que va teniendo. Cada una representa un tipo de masculinidad. Son como escalones en el proceso de afrontar la vida.

Es interesante pensar en cómo sería está película si fuera dirigida por una mujer en vez de un hombre. Y, más aún, por un hombre desde la perspectiva de los hombres. Y, todavía más, por una mujer desde la perspectiva de los tres hombres. La riqueza de lo que somos consiste en ser tolerante con nuestras naturalezas, e intolerantes siempre con lo que nos hace daño. La película tiene la profundidad de su último plano y contiene una revelación, la del actor Oriol Pla que, en el papel de Óscar, es ya un serio candidato al próximo Goya a Mejor Actor Revelación.

Un momento del documental «Mutzenbacher», de Ruth Beckermann.

Me tomo unos marianitos con el productor vasco canario Ramón Saldías, 82 años y como una rosa (de Francia, pues nació en Bidart). Desde 2004 reside en Donostia después más de 30 haciendo cine y publicidad en Canarias. Tiene dificultades para catalogar y digitalizar su valioso fondo de películas. Mientras conversamos, pienso en lo honesta que es con las masculinidades la directora austriaca Ruth Beckermann en el documental “Mutzenbacher”. En él, entrevista a hombres de 16 a 99 años corrientes y molientes para hablar de sexo y mujeres usando como excusa una obra mayor de la literatura pornográfica, la novela anónima de 1906 “Josefine Mutzenbacher, o la historia de vida de una puta vienesa, contada por ella misma”. Lo que se escucha no es políticamente correcto. Hay mujeres que abandonan la sala ofendidas. Me despido al corre corre de Saldías hasta el año que viene.

Ricardo Darín y Juan Pedro Lanzani en «Argentina, 1985», de Santiago Mitre.

Hay películas que parecen reflejar la vida real. A otras se les ve el cartón, como a “Argentina, 1985” (Santiago Mitre). Está protagonizada por el omnipresente Ricardo Darín como el fiscal Julio Strassera, quien estuvo a cargo del juicio contra las juntas militares que gobernaron Argentina entre 1976 y 1983. Tratar este oscurísimo período de la historia con dinero de multinacional estadounidense (Amazon) convierte la tragedia en entretenimiento. Hay emoción, llantinas, humor y una banda sonora infumable. “Peliculón”, me dice alguien nada más salir. A la hora de cerrar este texto, era la mas votada para ganar el Premio del Público.

La película inaugural, “Modelo 77”, decepciona por sus muchísimos lugares comunes para contar una historia carcelaria situada en la España de la Transición. De todas, es a la que más se le ve el cartón. Tiene además un desenlace precipitado. El director, Alberto Rodríguez, reconocido por “La Isla Mínima” o “El hombre de las mil caras”, dijo en rueda de prensa que quería hacerla “entretenida y que hiciera pensar”, un oxímoron de libro. Lo mejor es la poderosa presencia física de Javier Gutiérrez.

La sensación con la que acabé el festival tras ver la decepcionante “Blonde” (Andrew Dominik), sobre Marilyn Monroe, es que estamos asistiendo al fin del cine.

Falla al respetable la sección Perlas si en vez de limitarse a exhibir las películas premiadas en festivales del año, se abre, como anuncia este año, “a sumar propuestas de directores que han crecido con el festival”. ¿Y si lo que presentan carece de interés? Es el caso de la película de Isaki Lacuesta, ganador dos veces de la Concha de Oro. “Un año, una noche” trata de las secuelas en una joven pareja m víctima del atentado yihadista en la sala Bataclán de París en 2015. La película se enreda en cómo encaran el trauma los dos protagonistas sin llegar a ningún lugar interesante.

Los excesos melodramáticos lastran otra película de las que parecen programadas por compromiso, “En los márgenes”, la primera película del actor Juan Diego Botto, con producción de Penélope Cruz, protagonizada por la propia productora y Luis Tosar, ella como mujer deshauciada, él en el papel de lo que Bertolt Brecht consideraba hombres “imprescindibles, los que luchan toda la vida”. Honra a la actriz de Alcobendas decir que destinará los 30.000 del Premio Nacional de Cinematografía, que recibió este año en el festival, a la plataforma anti desahucios, la lucha contra el cáncer y un fondo asistencial para los actores.

Un momento de «R.M.N.», de Christian Mungu.

De las muchas idioteces que se dicen sobre la experiencia cinematográfica es que te permite viajar. Yo lo he escrito también alguna vez. Como si calentar la butaca, el sofá o el colchón pueda compararse a la experiencia de desplazarse físicamente a un lugar. “R.M.N.” es la nueva e interesante película del rumano Cristian Mungiu, director de una de las películas más impactantes de la primera década del siglo, “9 semanas, 4 meses y 2 días”. En la nueva nos da a conocer la vida en un pueblo de Transilvano, enfrentado a unos srilankeses trabajadores de la panadería. Vale la pena solo por la secuencia del encuentro que celebran los vecinos para echar a los inmigrantes, ejemplo insuperable de una asamblea.

No me sedujo, por pretencioso y repetitivo, el nuevo trabajo de Sebastian Lelio, director chileno que ganó el Óscar a mejor película de habla no inglesa por la meritoria, y sobrevalorada, “Una mujer fantástica” (2017). Esta nueva, su primera película internacional, financiada por Netflix, se llama “El prodigio” y se centra en la enfermera que viaja a un pueblo de Irlanda en el siglo XIX para vigilar a una niña que se mantiene viva después de cuatro meses sin comer. Su original arranque genera grandes expectativas, finalmente no cubiertas.

Hirozaku Koreeda está tan presente en este festival como Juanito el Pionero lo estuvo en los carnavales de Las Palmas. Este año el japonés presenta “Broker”, película plagada de buenísimas intenciones, pero larga como un día sin pan. En nombre de la vuelta de público a las salas, que el ministro Iceta defendió con vehemencia en uno de sus discursos aquí, deben reconsiderar modificar la temperatura de las salas por debajo los 27 grados hoy permitidos. Así no hay quien viva.

Un momento de «Moonage Daydream», documental sobre David Bowie.

El documental “Moonage Daydream” (Brett Morgen) sobre David Bowie, fallecido en 2016, empieza siendo un interesantísimo retrato de la evolución de uno de los artistas mas influyentes de los últimos 50 años (músico, pintor, escultor, actor, videasta) pero se estrella en su tramo final, que se alarga, inexplicablemente, durante cuarenta minutos y en nada favorece al autor de “Space Oddity”. Pero hasta ese momento vale mucho la pena por el certero retrato del cantante nacido en Brixton y el mundo ferozmente individualista en que, con Bowie, nos tocado vivir.

Los Monopol donostiarras

La noticia más importante del festival este año no tuvo que ver con estrenos ni estrellas. Fue el reconocimiento del festival a Sade Cines, la empresa donostiarra propietaria de las 20 salas en los tres complejos multicines que existen en la ciudad. El tirón de un festival inclusivo, que busca a una ciudadanía diversa y mayoritaria, tiene influencia en que estas salas, los cines Príncipe, Antiguo Berri y Trueba, que combinan cine de autor con estenos comerciales, pueda mantenerse durante todo el año en una ciudad de solo 188.000 habitantes.

La noticia más importante del festival este año fue el reconocimiento a Sade Cines, la empresa donostiarra propietaria de los cines Príncipe, Antiguo Berri y Trueba.

Solo en los dos primeros días de la 70 edición, el público donostiarra compró 45.000 entradas. En 2019, último año antes de la pandemia, fueron 178.687 las entradas vendidas. San Sebastián tiene, así, uno de los públicos más cultos, cinematográficamente hablando, del mundo. Personas cultas son empoderadas. Lo contrario son seres condenados.

Condenados son los del pueblucho del levante español donde se desarrolla “El agua”, película de Elena Pérez Riera que justifica su presencia, supongo, por la cuota de cine dirigido por mujeres que debe cumplir el festival para no ser señalado como machista. La película es una simpleza con momentos que dan vergüenza ajena promocionada como otra nueva precuela, una más, de “El espíritu de la colmena” (Víctor Erice, 1973)c cine de autor pequeñito y radicalmente honesto. Para más inri, López Riera ofreció una clase magistral en el festival. Después hay quien se queja del auge de la extrema derecha.

Comprendo el abandono de Carlos Boyero, el comentarista de cine más leído de España, de las grandes citas festivaleras, entre otras, esta de San Sebastián. Aquí viene a presentar un documental que se llama “El crítico” sobre el que será emitido en TCM. También le dan un reconocimiento por su labor de tantos años. Empezó cuando Fernando Trueba le cedió el testigo en La Guía del Ocio al irse a rodar “Ópera prima” (1980).

El cine se ha infantilizado. Cada vez más decadente desde que las ayudas públicas de las que se nutre se han orientado a premiar lo político por encima de lo industrial. La perversión es tal que hay gobiernos que promocionan las películas independientemente del público al que se dirija. Es más, las hay que, si una película no tiene espectadores, les parece incluso mejor, el colmo de la estulticia. El sistema está podrido por el intervencionismo de los gobiernos. Los festivales, financiados casi siempre con dinero público, son igualmente culpables.

Publicidad de la película sobre el crítico Carlos Boyero en el 70 festival de cine.

La sensación con la que acabé el festival tras ver la decepcionante “Blonde” (Andrew Dominik), sobre Marilyn Monroe, es que estamos asistiendo al fin del cine. Hay inflación de películas malas, o carentes de interés. Y, sin embargo, vienen precedidas de largos años de trabajo e ingente inversión pública. ¿Para qué se hacen si se las olvidará desde antes de salir?.

En las salas, los más jóvenes no paran de moverse haciendo temblar sus piernas y consultar el móvil. Hay quien cabecea dormido durante media hora y cuando termina la película aplaude entusiasmado. Me gustaría saber a cuántos de los acreditados por prensa se les retribuye por su trabajo. Si, como sospecho, solo se les paga dignamente a una pequeñísima minoría, es porque a las empresas periodísticas todo esto también les importa un bledo.

La película que acompañó el Premio Donostia a Juliette Binoche, “Con amor y furia” (Claire Denise) no podrá en Las Palmas como el 99 % de la programación del festival, porque en esa ciudad africana no quedan cines donde ponerla. Hay auditorios, museos, orquestas y teatros públicos con una programación anual durante todo el año sufragada con decenas de millones de euros públicos. Pero no hay cines. Búscala más adelante en alguna plataforma si quieres ver este remedo amargo de “Un hombre y una mujer” (Claude Lelouch, 1966) que ganó el premio a la mejor dirección en el pasado festival de Berlín. Merece la pena por la apuesta pareja protagonista, Binoche y Vincent Lindon.

Una imagen de Juliette Binoche fue el cartel del 70 Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

De las palabras de Juliette Binoche en la rueda de prensa por su premio honorífico destacó que, antes de triunfar, trabajaba como cajera de supermercado para pagarse el teléfono donde recibía las propuestas de castings. En esas estaba cuando tuvo una experiencia extraña con Jean-Luc Godard, en su prueba le hizo recitar un poema totalmente desnuda. De aquellos lodos, estos movimientos #MeToo. La más importante actriz francesa de la actualidad afirmó que ve el cine como cualquier aficionado, aleatoriamente, sin analizarlo. Nunca juzga los papeles y, sin embargo, busca identificar su recorrido interior y amarlos.

Remedo de “Un pez llamado Wanda” (Charles Crichton, 1988), menos genial, naturalmente, pero con momentos desternillantes, es la propuesta de otro francés habitual del festival, Louis Garrel. Presentó “L´Innocent”, tragicomedia con momentos grotescos que se ve bien, pero se olvida con la misma facilidad. Y ya no remedo, sino adaptación libre de “Las amargas lágrimas de Petra von Kant” (Rainer W. Fassbinder, 1972) es “Peter von Kant”, de François Ozon, otro habitual del festival. Un director en la cima del arte cinematográfico mundial vive una monumental crisis por un palo amoroso. Las presencias de Isabelle Adjani y Hanna Schygulla hacen interesante el visionado de esta película que más parece un ejercicio de fin de curso que una película en serio.

Pareja protagonista de «El triángulo de la tristeza», de Ruben Östlund.

Las buenas

Ha hecho falta superar el ecuador del festival para encontrarnos, por fin, con una película deslumbrante. Es “El triángulo de la tristeza”, Palma de Oro del pasado festival de Cannes. Reveladora, arrebatadora, combativa, excesiva, sátira despiadada del mundo que vivimos, punki a ratos. Como en la anterior del director, Ruben Östlund, “The Square”, que también ganó en Cannes, se reconocen las deudas de Luis Buñuel.

El filme trata de una pareja de supermodelos y cómo les cambia la vida durante un crucero de lujo. “Triangulo de la tristeza” reparte interrogantes a ostias, sobre el cambio de los roles de género, el pornocapitalismo y la frivolidad irresponsable de la sociedad de consumo. Nada que no conozcamos y frente a lo cual tan poco hacemos.

Fotograma de «Tori y Lokita», de los Hermanos Dardenne.

En la marginalidad de la marginalidad se sitúa la película que gano el Premio Especial del 75 festival de Cannes, “Tori y Lokita”, de los Hermanos Dardenne, sobre dos jovencísimos hermanos africanos que se buscan la vida como pueden para pagar las deudas de sus traficantes de inmigrantes mientras ella no recibe sus papeles. El retrato es veraz y cruento, perfecto. El único pero es que no resulta original en el cine de los belgas, principales nombres, con el británico Ken Loach, del cine social europeo.

Imagen de «Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades», de Ignacio G. Iñárritu.

Onírica, a ratos felliniana, sorrentiniana, excéntrica, poética, patriótica, crítica, testimonial, es la nueva propuesta de Ignacio G. Iñárritu, que, con Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón conforman los tres grandes nombres del cine mexicano actual. El filme “Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades”, sobre un documentalista mexicano emigrado a EEUU que recibe un prestigioso premio, más parece un testamento cinematográfico del director. La disfrutarán los paladares exigentes y pacientes, pues casi alcanza las tres horas. Por sus poderosas imágenes merece verse en pantalla grande.

Diálogos cinéfagos / «Una mujer fantástica» (2017) – Sebastián Leilo


Daniela Vega interpreta a Marina en la quinta película de Sebastián Leilo. que ganó el Óscar a la mejor película en lengua no inglesa en 2018.

– No sé como explicarlo.

– Ve al grano, por favor.

– Hay un cine que está sobrevalorado. Sería largo de explicar por qué. Pero básicamente los festivales necesitan programar y las 30 películas realmente buenas que se realizan cada año….

– ¿Solo 30? Entre ellas, “Benito Perez Buñuel”…., hehehe.

– No he oído hablar de ella. Pues que esas 30 están copadas por los festivales más importantes. Un día alguien debería hacer un estudio de la industria festivalera, financiada con fondos públicos en su amplia mayoría.

– Las películas también lo son.

– Cierto, pero sin el control económico de las películas, que están sometidas a exigentes auditorías. Los festivales, muestras, certámenes que las exhiben sin embargo no. Hay miles en el mundo, miles.

– ¿Miles?

– Miles Davis, sí. Y dirigidos casi siempre por gente que nunca ha hecho una película.

– O sea, me estás queriendo decir que la festivalera chilena “Una mujer fantástica” , de Sebastián Leilo, te decepcionó.

– Mucho. Había visto la que lanzó a la fama a Sebastián Leilo, su director, “Gloria” (2013), con una inolvidable Paulina García. “Una mujer fantástica” fue una de las pelis del año del circuito independiente mundial en 2017 y, vista hoy, solo cinco años después, es un claro ejemplo de cine inflado, sobrevalorado.

– Explícate mejor.

– Para empezar, lo que cuenta es una bobada, la discriminación de una travesti o una transexual por sus amores con el tipo de una familia bien, el rechazo de la sociedad más intolerante…, eso está más visto que el tebeo.

– ¿Pero entonces cómo es posible que haya ganado el premio al mejor guion en el festival de Berlín?

– Condescendencia. Los alemanes arrastran un enorme sentimiento de culpa por los muertos de las dos guerras mundiales, especialmente de la segunda. Para limpiar su conciencia, suelen premiar el cine político proveniente de países para ellos subdesarrollados, Sudamérica, Irán…. Pero en realidad es cinismo, pues los ven por encima del hombro. Es una forma de malsana caridad, si quieres.

– ¿Y qué me dices del Óscar? Lo ganó.

– Si ir más lejos, este último año lo ganó otra bobada, la japonesa “Drive My Car”, supongo que por influencia de los lobbies.

– Pues acaba de saberse que en el próximo festival de San Sebastián le van a entregar el Gran Premio de la Crítica.

A eso me refiero, lobbies. Los críticos son muy… no lo voy a decir, es vox pópuli. En el caso de “Una mujer fantástica” seguramente su país, Chile, compró más voluntades, en los festivales y mercados sus delegaciones hacen un trabajo muy agresivo. Te aseguro que dos de las cuatro candidatas de aquel año, «The Square» (Ruben Östlung) y «Sin amor» (Andréi Sviáguintsev) son incomparablemente mejores.

– ¿Vamos a la playa?

– La película está bien empacada. La actriz Daniela Vega funciona. El director tiene habilidad para encuadrar, planificar las secuencias, pero es solamente un seductor que, llegado el momento de la verdad, gatillazo.

– Qué obsesión tienen los hombres con ese tema.

– Por momentos, recuerda a Hitchcock en la atmósfera. Leilo ha dicho que Buñuel es inspiración, pero Buñuel le queda muy lejos. Me recordó a Almodovar en el estilo fotográfico. En la luz, los colores, pero precisamente el guion, que fue lo que se premió en Berlín, está lleno de lugares comunes.

– La playa sí que es un lugar común, por la mucha gente que le da uso, cada uno a su manera, todos casi desnudos y respetándose, la República Independiente de la Playa, la llama un tipo, hehehe. Voy cogiendo la cesta, si quieres seguir con la perorata, cuentasela a esa guiri que pasa.

– Está producida por los hermanos Larraín, Pablo y Juan de Dios, la voz principal del cine chileno de los últimos quince años. Interesantes e irregulares, en 2016 hicieron una “Jackie”, basada en la figura de Jacqueline Kennedy, espeluznante.

– ¿De mala?

– Así es. Un soberano coñazo, nada menos que con Natalie Portman de protagonista. Entre las características del cine que propugnan está precisamente dar una vuelta de tuerca a la escritura de guiones, mostrando los momentos que el guion más académico no enseñaría y al revés, elidiendo lo que serviría para que el espectador no tenga dudas con la historia que se le está contando y para que esta avance. Una majadería.

– ¿Entonces aquí hay cosas de las que no te enteras?

– Así es. En este caso no te deja claro si Marina es una chiflada asesina o una enamorada. Esa planificada ambigüedad es parte de la estrategia de hacer espectadores adictos. Es un coitus interruptus que te genera más gana de volver.

– Y dale con el sexo.

– Y el espectador que señale que no ha entendido bien, se le trata con superioridad y una cierta indulgencia, haciéndolo sentir como menos inteligente.

– Hoy volvemos a Las Palmas, ¿te ha cundido el todo incluido?

– Hehehe. ¿Playita?

– No sé qué decir. Llegas en régimen de todo incluido y sales todo abollado habiéndote saltado el régimen.

Cartel de la película «Una mujer fantástica» (Sebastián Leilo, 2017)

El mejor cine de autor que viene / 65 Festival Internacional de Cine de San Sebastián (2)


En esta segunda y última entrega sobre el 65 Festival Internacional de Cine de San Sebastián me centro en las algunos nuevas propuestas de cine de autor. 14 en total de, entre otros, Darren Aronofsky, Michael Haneke, Wim Wenders, Hirokazu Kore-eda, Martin McDonagh, Paolo Virzì, Andrey Zvyagintsev y Xavier Legrand. “Mother!”, “Tres anuncios a las afueras de Ebbing, Misuri”, “Lumière!”, “Call Me by Yor Name”, “The Leissure Seeker”, “Inmersión”, “Princesita”, “Sin amor”, “Custodia compartida” y “The Florida Project” son algunas de ellas. Durante la celebración del festival, estos textos -ampliados- fueron publicados a diario en la revista online El Asombrario, asociada con Público, ocupando la portada de este diario online durante los días de celebración del festival, y en cuatro ocasiones, en el ránking de lo más leído del día. Entre estas reseñas y las de Manuel Cuéllar, con quien compartí las entradas, sumamos referencias a mas de treinta películas.

Jennifer Lawrence y Javier Bardem, protagonistas de «Mother!», de Darren Aronofsky. / OAC

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Natalia de Molina: “Las mujeres somos las diosas que hay en la Tierra”


Es Belén en «Vivir es fácil con los ojos cerrados» (David Trueba, 2013); Rocío en «Techo y comida» (Juan Miguel del Castillo, 2015); Sofia en «Pozoamargo» (Enrique Rivero, 2015); Natalia en «Kiki, el amor se hace» (Paco León, 2016); Nora en «Cómo sobrevivir a una despedida» (Manuela Moreno, 2015); Miriam en «Los del túnel» (Pepón Montero, 2016). Esta entrevista a a Natalia de Molina la publiqué el pasado 8 de agosto en el periódico La Provincia. Esa mañana la actriz andaluza rodaba sus últimos planos en «No dormirás» y se marchaba de Gran Canaria, isla donde ya había rodado en 2014 «Cómo sobrevivir a una despedida». En la película, dirigida por el uruguayo Gustavo Hernández, Natalia de Molina es Cecilia y comparte rol protagonista con Belén Rueda y Eva de Domenici. Sigue leyendo

De «La llegada» a «Neruda», algunos de los mejores estrenos de la temporada


Han sido diez semanas sin publicar en este blog, un período de viajes y demasidos frentes abiertos para poder abrir con la regularidad que merece el lector esta ventana. Primero el festival de San Sebastian, con colaboraciones para El Asombrario/Público y La Provincia. Después, el festival de Sitges, con colaboraciones para La Provincia. En el primer caso, las películas tratadas han sido (añado los enlaces de las publicaciones en El Asombrario, que incluyen también los textos de Manuel Cuéllar): Tú y los demás. Hong Sang-soo; Fuocoammare. Gianfranco Rosi; I, Daniel Blake. Ken Loach; La reconquista. Jonás Trueba; Playground. Bartosz M. Kowalski; Jesús. Fernando Guzzoni; Elle. Paul Verhoeven; Colossal. Nacho Vigalondo; Que Dios nos perdone. Rodrigo Sorogoyen; María (y los demás). Nely Reguera; Nocturama. Bertrand Bonello; El hombre de las mil caras. Alberto Rodríguez; y Neruda. Pablo Larraín. En el segundo caso, con el seguimiento a los estrenos de «Inside» (Miguel Ángel Vivas) y «Proyecto Lázaro» (Mateo Gil). Reproduczco a continuación el especial sobre las películas vistas en el 64 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, publicado el mes pasado en La Provincia, aunque ahí en una versión más reducida por cuestiones de espacio. Algunas películas ya se han estrenado, otras lo harán los meses venideros. Sigue leyendo

El cineasta Ayoze O’Shanahan en Ruanda: ¿Qué hace un ‘mzungu’ como tú en un sitio como este?


‘Mzungu’ significa “hombre blanco” en Ruanda, el país centroafricano donde el cineasta Ayoze O´Shanahan vive desde hace tres años. Hoy, el documentalista canario es uno de los principales referentes en producción audiovisual de esta zona del continente negro con su empresa Looking for Livingstone. Está entrevista reportajeada es la versión ampliada de la que publiqué el viernes pasado en el suplemento de Cultura de La Provincia, el «director’s cut» en términos cinematográficos. «Dirige una serie sobre ciclismo al tiempo que desarrolla relatos de reconciliación sobre el Genocidio ruandés», «Asentado en Kigali, recibe continuos encargos de medios que le piden historias en formato audiovisual» y «El espíritu te agradece que proporciones herramientas para contar a los que no las tienen» son algunas de las frases destacadas del texto.

Ayoze o'Shanahan en Nyamagabe (Ruanda) tratando de subir a un tshukudu, mezcla de bicicleta y patineta originarios del Este del Congo y populares en Ruanda. / ALBERTO ROJAS

Ayoze o’Shanahan en Nyamagabe (Ruanda) tratando de subir a un tshukudu, mezcla de bicicleta y patineta originarios del Este del Congo y populares en Ruanda. / ALBERTO ROJAS

El 21 de agosto pasado, coincidiendo con la clausura de las Olimpiadas de Río de Janeiro, se iniciaron las emisiones en fase de pruebas de un nuevo canal de televisión dedicado a los Juegos Olímpicos. Por ahora, se accede de forma gratuita a través de Internet, pero el objetivo de sus responsables es integrarlo en una de las plataformas televisivas como canal temático deportivo, “algo así como un Teledeporte”, aclara Ayoze O´Shanahan Correas (Las Palmas de Gran Canaria, 1978) desde su casa en Kigali (Ruanda), al otro lado de la línea. O´Shanahan es el director de una serie sobre ciclismo en África para este canal que estrenará en otoño próximo. Sigue leyendo

«Marina», de Haliam Pérez: Óleo de Cuba con abuela


“Si el resultado de la experiencia cubana no es bueno, las voluntades de quienes lucharon por ella siguen siendo válidas, nobles” y «La democracia en Cuba es inevitable. Una de mis esperanzas es poder ver cómo el país empieza a reconstruirse” son dos de las frases destacadas de la entrevista con el director Haliam Pérez sobre su documental «Marina» que el viernes pasado, 29 de julio, publiqué en el suplemento de Cultura de La Provincia. El documental del cubano residente en Gran Canaria está seleccionado a concurso en septiembre en el 25 Festival de Cine de Biarritz, una de las principales citas europeas para el cine de América Latina.

Marina Pérez protagonizó el documental a los 85 años, el 10 de julio pasado cumplió 90. / COLECTIVO RUCS

Marina Pérez protagonizó el documental a los 85 años, el 10 de julio pasado cumplió 90. / COLECTIVO RUCS

Es llamativo que uno de los más interesantes largometrajes documentales canarios de los últimos años, “Marina”; dirigido por Haliam Pérez (La Habana, 1982), estrenado en marzo de 2015, haya tenido tan escaso eco en la prensa local. Lo corrobora el propio cineasta, residente en Gran Canaria desde 1997. “Marina” se estrenó en la sección de Canarias del festival de Las Palmas y hasta hoy ha pasado por unas quince citas, entre ellas la Muestra de Cine Independiente Cubano de Barcelona, Muestra de Cine Iberoamericano de Nicaragua, Filmar en América Latina (Suiza), el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y la Cineteca Madrid, donde se proyectó hace tres semanas. Sigue leyendo

Rodar la lucha del pueblo waorani por sus derechos en el Amazonas


El documental «Waoranis: guardianas de la Amazonía«, actualmente en fase de iniciar la edición, explora la lucha de la nacionalidad indígena waorani por recuperar sus derechos sobre la selva del Amazonas. El español Manuel Cardenal y la ecuatoriana Luisana Carcelén lo dirigen. Pasaron tres meses y medio entrando y saliendo de la selva, en contacto con la Asociación de Mujeres Waorani (AMWAE), que son las que lideran la lucha. Este reportaje se realizó después de una entrevista con Manuel Cardenal en su casa de Las Palmas de Gran Canaria, donde pasa unas semanas antes de volver a la capital ecuatoriana de Quito.

Manuel Cardenal, en la terraza de la casa familiar en Las Palmas de Gran Canaria, el lunes pasado. / LUIS ROCA ARENCIBIA

Manuel Cardenal, en la terraza de la casa familiar en Las Palmas de Gran Canaria, el lunes pasado. / LUIS ROCA ARENCIBIA

Lo primero que hizo Manuel Cardenal (Las Palmas de Gran Canaria, 1977) al llegar a su ciudad natal después de tres meses y medio en el Amazonas ecuatoriano filmando su documental sobre la comunidad indígena waorani, actualmente a punto de iniciar la fase de montaje, fue darse un baño en la playa de Las Canteras. Durante esos días en el mayor pulmón del planeta, con una superficie de 5.500 millones de kilómetros cuadrados, Cardenal entraba en la selva por las ciudades de Shell, Coca o Puyo en bloques de “ocho, seis o cuatro días, dependiendo de la distancia, la complejidad para llegar al lugar y las fuerzas que tuviéramos, la mayoría de las veces solo con mi socia y codirectora, Luisana Carcelén, aunque cuando había que registrar sonido se nos sumaba la también ecuatoriana Cristina Arias, alias La pantera, gran experta en grabar en condiciones al límite”. Sigue leyendo

Ernesto Lecuona, maestro de maestros, sale del olvido en “Playing Lecuona”


El viernes se estrenó en Montreal «Playong Lecuona«, un documental que pretende devolver a primer plano la figura de Ernesto Lecuona, compositor cubano con raíces en las Islas Canarias. Michel Camilo, Chucho Valdés y Gonzalo Rubalcaba son sus protagonistas. Con ellos, músicos e intérpretes como Raimundo Amador, Omara PortuondoEsperanza Fernández y Ana Belén. Esta primera reseña crítica en español se publica tras su estreno el pasado viernes en el Festival de los Filmes de Mundo de Montreal, con el cartel de «sold out» en la puerta y aplausos durante y al final de la proyección. Sigue leyendo

Sergio Hernández, director de arte: “Quiero volver a hacer cine en Canarias”


El viernes 21 de agosto publiqué en en periódico La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria este reportaje con entrevista sobre el director de arte Sergio Hernández, quien desde que rodará su cortometraje “Calvario, tocata y fuga de un ataúd” (1988) dejó Canarias para seguir su vida profesional en Madrid y Buenos Aires. Sergio Hernández, que desde entonces ha trabajado en cerca de cuarenta películas y programas para televisión, planea volver a Canarias después de 25 años ahora que las islas se han convertido en foco de rodajes. El texto que precede a la entrevista es una remembranza de los tiempos en que conocí personalmente a Sergio hace 27 años. Sigue leyendo

Manuel Cardenal: «Las mujeres waorani ofrecen artesanía y cacao, el impacto de la industria petrolera sobre ellas es brutal»


Mujeres waorani, en el Amanzonas ecuatoriano. /OAC

Mujeres waorani, en el Amazonas ecuatoriano. /OAC

Manuel Cardenal de la Nuez (Las Palmas de Gran Canaria, 1977) obtuvo recientemente el premio del concurso convocado por el Centro Nacional de Cinematografía de Ecuador (CNCine) en la categoría ‘Fomento Cinematográfico Intercultural’. El premio, otorgado por un jurado formado por la actriz peruana Magaly Solier, el cineasta boliviano Alfonso Gumucio y el documentalista ecuatoriano Pocho Álvarez, consiste en la financiación económica de la mayor parte del documental “Waorani: Guardianas de la Amazonía”, que Cardenal desarrolla con su socia, la ecuatoriana Luisana Carcelén. Otros titulares destacados de esta entrevista publicada el pasado domingo en el periódico La Provincia fueron: «El mayor premio es que los waorani nos abran las puertas para filmarlos», «El pueblo waorani está condenado a extinguirse«, «La financiación americana del documental está resuelta, ahora buscamos vías en Europa y Canarias» y «Seremos un equipo reducido por la naturaleza del terreno, la compleja logística y la delicadeza de la convivencia con los waorani». Sigue leyendo

Crónica del festival de cine de El Cairo (5)


El largometraje “Melbourne”, opera prima del iraní Nima Javidi, sobre un matrimonio que debe enfrentarse a un terrible suceso a noventa minutos de cerrar su vivienda en Teherán para emigrar a Australia, ganó la Pirámide de Oro del 36 Festival Internacional de Cine de El Cairo. El festival finalizó el 20 de noviembre con una clausura en el complejo histórico de las pirámides de Giza, donde también se ubica la famosa Esfinge.

Esta es la quinta parte de la crónica, en su versión completa y con algunas fotos nuevas, que preparé para la revista online El Asombrario, asociada a ElDiario.es.

El lugar donde todos querían hacerse una foto en el festival estaba a la entrada del edificio de la Ópera del Cairo. / LUIS ROCA ARENCIBIA

El lugar donde todos querían hacerse una foto en el festival estaba a la entrada del edificio de la Ópera del Cairo. / LUIS ROCA ARENCIBIA

Todos los festivales de cine son políticos, pero esta circunstancia se revela mas en aquellos con circunstancias políticas más graves. Es el caso del CIFF. Podría ocurrir que antes de la proyección de la brasileña «Casa Grande», de Fellipe Barbosa, un agente de seguridad rastree con un perro el escenario detrás de la pantalla del cine El Hanager quince minutos antes de la proyección. ¿Inquieta? Algo.

El muy sólido guión de "Casa Grande" transcurre en Rio de Janeiro. Especialmente se agradece la descripción del ambiente en esa casona a punto de ponerse en venta donde convive la familia propietaria con el menguante servicio.

El muy sólido guión de «Casa Grande» transcurre en Rio de Janeiro. Especialmente se agradece la descripción del ambiente en esa casona a punto de ponerse en venta donde convive la familia propietaria con el menguante servicio.

Antes de en la sección Festival of Festivales de El Cairo, el segundo filme de Fellipe Barbosa se pudo ver en el pasado festival de San Sebastián. También participó en la sección oficial de Rotterdam y obtuvo los premios al Mejor Guión, Actor, Actriz y el Premio Especial del Jurado en el carioca Paulínia Film Festival. El filme, dirigido con buen pulso y espléndidas interpretaciones, narra el paso a la madurez de un joven brasileño de 17 años de clase alta en un país en transformación. Sus oportunidades disminuyen cuando una legislación nacional establece cuotas en las universidades para los no blancos del país. Pero Jean (Thales Cavalcanti), contra de la postura de su padre, que trata de aferrarse al pasado, también pertenece a esa generación en cambio. El guión es muy sólido, especialmente se agradece la descripción del ambiente en esa casona a punto de ponerse en venta donde convive la familia propietaria con el menguante servicio. El filme se advierte como espejo de una parte de la compleja realidad del gigante sudamericano. Salimos de la sala tras un pequeño revuelo en el hall que nos impide abandonar. Los que no entendemos árabe somos incapaces de descifrar por qué. Después de unos segundos de incertidumbre decidimos de todas formas salir por el lugar por el que no debemos.

El cine latinoamericano brilla también en El Cairo. Incluida en la sección Festival of Festivals, la película ganadora del pasado festival de Tesalónica, la mejicana «La tirisia» (en inglés «Perpetual Sandness«), cumple bien el difícil desafío de llevar a buen puerto su dos horas de metraje sin apenas diálogos. No es, sin embargo, cine contemplativo, aunque sí la propuesta más cercana vista en el festival a eso que en los últimos años se viene afianzando como un nuevo tipo de narrativa contemporánea. La falta de información que se deriva de los silencios la debe rellenar el espectador. Tres días antes habíamos visitado con su director Jorge Pérez Solano, su mujer y el protagonista del filme, Gustavo Sánchez Parra, la Gran Pirámide y la Esfinge en Giza, a las afueras del casco urbano de El Cairo. Con su personaje de Silvestre, Sánchez Parra obtuvo el premio al Mejor Actor en el último festival de Guadalajara.

En "La Tirisia", Silvestre (Gustavo Sánchez Parra) es un salinero en Zapotiplán, lugar poco conocido incluso para los mejicanos, según confesión del propio director.

En «La Tirisia», Silvestre (Gustavo Sánchez Parra) es un salinero en Zapotiplán, lugar poco conocido incluso para los mejicanos, según confesión del propio director.

Silvestre (Gustavo Sánchez Parra) es un salinero en Zapotiplán, lugar polvoriento y muy apartado, poco conocido incluso para los mejicanos, según confesión del propio director. Cheba (Adriana Paz), mujer de un emigrado con dos hijos, es una de sus amantes; otra es Ángeles Miguel (Gabriela Cartol), la adolescente hija de su actual pareja. Ambas han quedado embarazadas de él. La acción cobra impulso cuando el marido de Cheba vuelve de Estados Unidos. «La tirisia» habla con cadenciosa calma de emigración en Méjico a través de los que se quedan, tanto o más pobres que los que se van, y cómo sacan adelante sus vidas en la ausencia de los que se fueron. Se pierden afectos e, inevitablemente, se ganan otros, y nacen hijos de nuevas relaciones, unos más deseados que otros. En el Méjico rural que describe Pérez Solano también se refleja la podredumbre política. Momentos del filme recuerdan a escenas de Berlanga y Buñuel.

La colombiana "Los hongos" seduce en grado superlativo es porque la historia que cuenta de dos graffiteros en Cali se despliega en imprevisibles capas.

La colombiana «Los hongos» seduce en grado superlativo es porque la historia que cuenta de dos graffiteros en Cali se despliega en imprevisibles capas.

Si la colombiana «Los hongos», segundo filme de Óscar Ruiz Navia, seduce en grado superlativo es porque el guión de la historia que cuenta de dos graffiteros en Cali, Calvin y Ras, se despliega en imprevisibles capas. Por un lado es historia de amor y paso a madurez, por otro, es retrato íntimo de Colombia, una blanca y otra negra, a través de sus protagonistas; finalmente, es vigoroso filme político de denuncia. El filme ganó el Premio Especial del Jurado en la sección Cineastas del Presente del festival de Locarno. La historia de esta película, también incluida en la sección Festival of Festivals, transcurre en período electoral, cuando los jóvenes radicales del Street Art lo tienen especialmente difícil. Mientras los candidatos, de la burguesía local, se pasean por las barriadas humildes con Dios como bandera para ofrecer falsas promesas a los desesperados, pintar un muro en propiedad privada o de la municipalidad puede costar a los infractores acabar esposados y vendados a las afueras de la ciudad. En el filme de Ruiz Navia hay personajes como el la abuela Ñañita, el padre cantante melódico y la desesperada madre de Alexis, que dan al filme una dimensión verdaderamente grande. Impagables, por encontrarnos justamente aquí, las continuas referencias en el filme a la Primavera Árabe en Egipto, cuya frase “No vamos a seguir en silencio”, pronunciada megáfono en mano por una joven activista vestida con hijab, sirve a los jóvenes protagonistas de inspiración para una nueva pintada.

(continuará dentro de dos días…)

Pedro Almodóvar y Damián Szifrón regalan el cine más brutal / Crónica del 62 Festival Internacional de Cine de San Sebastián


«Rebelde, alegre, violenta y contundente.” Así calificó el actor Leonardo Sbaraglia el filme “Relatos salvajes” cuando recogió en nombre de su director, Damián Szifrón, el Premio del Público a la Mejor Película Europea, en la gala de clausura del pasado festival de cine de San Sebastián, celebrado entre el 19 y el 26 de septiembre pasados. Yo solo añadiría excepcional. La película es una coproducción hispano-argentina en la que participa la productora de cine, El Deseo, de los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar. Se estrena el próximo 17 de octubre.

Aunque “Relatos salvajes” es el mejor filme de los vistos durante el festival sería injusto no destacar que fue el documental de Wim Wenders “La sal de la tierra”, sobre el fotógrafo social brasileño Sebastiao Salgado, el que se alzó con el Premio del Público en su categoría absoluta. Lo codirige con Wenders el hijo del fotógrafo Juliano Ribeiro Salgado. Quienes lo han visto dicen que el relato de algunas de las mejores imágenes de Salgado, explicadas por él mismo y con la voz del propio Wenders, es necesario y conmovedor. Sigue leyendo

«Lleno eres de Filmin», nueva serie de críticas de cine en El Asombrario


Películas de Miguel Gomes, Elena Trapé, Lucrecia Martel, John Carpenter, Wolfgang Petersen y Juan Cavestany han sido las primeras de las más de 5.000 títulos que ofrece el portal. La serie de críticas bajo el nombre «Lleno eres de Filmin» que escribo desde noviembre en El Asombrario parte de una idea que es ejemplo de cómo sacarle punta a los romos tiempos que corren. La crisis obliga a mover la cintura. El volumen de trabajo hoy es mayor y más ilusionante. No echo de menos los tiempos en los que no sentía cada día como un reto. Gracias a la confianza de El Asombrario y del principal portal de cine de España estas críticas juegan a ser relatos de los visionados que realizamos un grupo de amigos. Por ahora están Anais,  Xavi y Carla, pero pronto espero que se incorporen más.

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Memorias del 61 Festival de Cine de San Sebastián, crónica de una inmersión anunciada


Underwater

Tras ver «Gravity» la emoción hizo saltarnos la rueda de prensa del director Alfonso Cuarón. En vez de eso, nos dimos un baño en la playa de Zurriola, detrás del Kursaal de Moneo. Con Marta de Santa Ana. Foto de JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ.

Además de para el periodico La Provincia, medio con el que he intensificado mis colaboraciones desde octubre de 2012, este año fui con Manuel Cuéllar cronista para el periódico digital ElDiario.es del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Día tras día, tras el visionado de entre tres y cuatro películas diarias, llegaba el turno de escribir las notas que se volcarían a la revista cultural de Cuéllar con la que colaboro, El Asombrario. De ahí a la portada del diario de Ignacio Escolar.  El título: Zinemaldia Dreaming. Dado el estrecho margen temporal que nos impusimos se trataba de crónicas urgentes, reseñas que respiraban con el oxígeno de la realidad inmediata. Corríamos más rápido que el tiempo.

El resultado ha sido más que satisfactorio:  64.000 visitas en las nueve entradas publicadas (media de 7.111,1 diarias). En el listado de debajo puedes recuperarlas todas. En ellas se reseñan más de treinta películas. Algunas, como ‘Gravity’ de Alfonso Cuarón, recién estrenadas. La mayoría por estrenar.

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Memorias del Zinemaldia: 60 Festival Internacional de Cine de San Sebastián


(En esta entrada incluyo fotos propias, unas tomadas con teléfono móvil y subidas a la red social Instagram –@luisrocaarencibia– y otras con cámara digital convencional. También se incluyen imágenes promocionales de las películas que se mencionan. Las tres panorámicas que se incluyen conmigo de modelo son de José Antonio González)

Viernes, 21 de septiembre

Ambientazo en el restaurante Aldanondo. José Antonio se lanza al bonito con tomate. Marta, Álex y yo mismo a la txuleta con ensalada. Al igual que el año pasado, coincidimos con Santiago Segura, unas mesas más allá. Del comedor interior salen a la calle a fumar Ernesto Alteiro y Benjamín Ávila, actor y director de la argentina Infancia clandestina, que gustó mucho al público. También gustó a Imanol, director de ikastola, que aparece con Manuel y Fer al final de la cena. Nos retiramos a dormir.

Lo imposible batió récords de taquilla en España durante su primer fin de semana. Hay que recordar que fue un fin de semana de puente y… sin fútbol, negocio omnipresente que es uno de los principales escollos para el desarrollo del país.

José Antonio, que ha venido con un documental de Ayoze O`Shanahan filmado en Colombia bajo el brazo, se va de copas. Sigue leyendo

Especial Festival de Cine de San Sebastián, esta semana en La Provincia y La Opinión de Tenerife


Agradecido estoy a quienes han hecho posible la publicación la semana pasada de cuatro páginas sobre el 60 Festival Internacional de Cine de San Sebastián en el suplemento de Cultura de La Provincia. Desde los apoyos recibidos por los periódicos La Provincia y La Opinión de Tenerife a entrevistados y personas consultadas para los distintos temas pasando por familiares y amigos, que me han permitido que otro año más haya vivido la, hoy por hoy, insuperable experiencia de pasar la semana entera viendo cine en el que es, con notable diferencia, el festival más grande de España. Sigue leyendo

Yolanda Barrasa, guionista: “Internet es el catalizador de la revolución del cine”


Hito en la formación audiovisual en Canarias ha sido la llegada del Centro de Estudios de Cine de Canarias (Cecan), que desde 2009 organiza cursos que reciben la titulación oficial de la Escuela de Cine y Televisión de Cuba (EICTV). En julio de 2010, Yolanda Barrasa, guionista, consultora de guiones y profesora de la EICTV, impartió un taller sobre guiones de cortometrajes en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria. Manchega residente en Madrid, soltera a punto de entrar en los 40, Barrasa dejó a los 30 años un puesto fijo en una importante multinacional de la cultura para dedicarse a lo que siempre soñó. Sus cortos han participado en festivales como los de Toronto, Clermont-Ferrand o Cinema Jove. En 2011 verá la luz Tenemos que hablar, largometraje compuesto por siete cortos dirigidos por mujeres europeas y americanas. Será su primera experiencia también como directora. Esta entrevista fue realizada con motivo de la estancia de Yolanda Barrasa en Las Palmas de Gran Canaria.

Hablamos de cine en diez minutos. ¿Qué le pides a una historia que tenga esa duración?

En primer lugar, un buen protagonista, construido íntegramente y con objetivos claros. Es decir que cuando la historia arranque el espectador identifique rápidamente sus características y necesidades. También, que la historia tenga un clímax y, por último, que el final sea imprescindible e impredecible. Si además muestra a un director con un universo propio, estaríamos ante un gran cortometraje.

¿El corto es un paso necesario para afrontar un largometraje?

El corto es la gran escuela y una carta de presentación de cara a la industria. Cuando has pasado por la experiencia de escribir y rodar cortos, empiezas a entender como funciona realmente el guión y cuál es su relación con los demás profesionales necesarios para hacer una película. Por eso haber obtenido esa experiencia es un valor añadido fundamental. Además, con el corto te puedes permitir el lujo de poder rodarlo y –muy importante- también de fallar. No creo que rodar cortos sea imprescindible, pero el bagaje de esas escrituras y esos rodajes te dará cintura para luego moverte en el mundo del largometraje, mucho más exigente. También ocurre que es un formato con sus propios códigos, su propia dramaturgia. Por eso a muchos directores de largometrajes consagrados les cuesta rodar un buen corto.

¿Qué cualidades son imprescindibles para ser un buen guionista?

La primera es disciplina, ser capaz de sentarte a escribir ocho horas. El talento sin eso son ideas en la cabeza, y esto es un oficio. Escribir es reescribir. Sólo en la reescritura se alcanzan versiones buenas. Además, en la escritura te enfrentas contigo mismo. Una cualidad fundamental por eso es tener un universo personal, que te identifique como autor y te posicione. Zambullirte en la vida, tener vivencias y capacidad de mimetización con lo que ocurre a tu alrededor, es lo que te hace tener ese universo personal, que también me parece imprescindible.

¿Internet está haciendo que el mundo del corto pueda tener una mejor salida económica y profesional?

Sin duda. Internet es una ventana de exhibición. Y el usuario demanda algo rápido, directo y climático. Condiciona las ventanas de exhibición, la dramaturgia del propio corto y por supuesto su duración. De hecho, más de veinte minutos hoy ya es mucho tiempo para un corto. Y proliferan cada vez más los certámenes que no admiten más de diez minutos. Internet está cambiando toda la concepción del cine. Es el catalizador de la revolución del cine que está por llegar.

¿Por qué proliferan los libros que enseñan a escribir largos y no cortos?

Para la industria, el corto se ha considerado tradicionalmente como un paso para el largo. El año que viene publicaré editado por la EICTV un libro sobre la dramaturgia del guión de cortometraje. No existen libros de textos así. Ni siquiera profesionales que hayan hecho una investigación acerca del mundo del cortometraje. Por eso este taller tiene tanto éxito. Es paradójico que se estudie guión para largo en las escuelas cuando el trabajo de tesis de fin de carrera es siempre un corto.

¿Cuál es hoy por hoy el cine más interesante que se está rodando?

Está en Latinoamérica. Allí se está haciendo el mejor cine del mundo, aunque Asia es un mercado también interesante que no conozco tanto como el europeo o el americano. Por historia, en Latinoamérica se han formado grandes profesionales que quisieron cambiar el curso de la historia del cine. Allí también hay mucho menos dinero y cuando hay que agudizar el ingenio se hace siempre desde el guión, que resuelve dramáticamente problemas de producción. Eso crea un ruptura en las estructuras clásicas en películas maravillosas, que transgreden como una bofetada los pilares básicos del cine.  Hablo de películas que han llenado salas, como, entre otros muchos otros, la peruana La teta asustada -que debió haber ganado este año el Oscar frente a El secreto de sus ojos-, la chilena Tony Manero o la mejicana Los bastardos.

¿Qué opinión te merece el cine español?

Creo que está siendo interesante en el cortometraje y en las películas pequeñas de cine independiente. La revolución que vive el mundo del guión no afecta tanto a la industria del cine como a las películas independientes, porque son las que te permiten hacer investigación sobre estructuras dramáticas e inventar soluciones nuevas que revitalicen, que oxigenen el cine. Las productoras grandes están condicionadas por el corsé de los modelos que han funcionado en taquilla. Pero la magia del cine es que nada está escrito, que no se sabe cuándo funcionará una película y que los modelos no son garantía de nada. El caso de la argentina El hijo de la novia es paradigmático. Su guionista, Fernando Castets, nunca previó el arrollador éxito que tuvo su historia.

¿Qué ha supuesto para ti la EICTV de Cuba?

Hay un antes y un después cuando uno pasa por allí como docente o alumno. Igual me sucedió a mí. Es un centro donde se vive el cine desde dentro. Es muy importante que los docentes sean siempre cineastas de prestigio en sus respectivas especialidades. No tiene precio tener la posibilidad de compartir un cerveza con Coppola, Spielberg, Costa-Gavras o Lucrecia Martel, por poner cuatro ejemplos destacados y muy opuestos a la vez. Por no hablar de gente menos conocida, como el cubano Eliseo Altunaga, uno de los dramaturgos de cine más importantes que existen en el mundo.  El intercambio con alumnos de los cinco continentes con similares inquietudes te hace entender que todo es posible. Además, la escuela es una gran lección de vida y tolerancia. Aprendes a vivir con mucho menos de lo que pensabas necesario y a darle a las relaciones personales la importancia que merecen.

¿Están los guionistas tan maltratados en la industria como se dice?

No lo creo. La queja sobre ese presunto maltrato suele venir de los que no son profesionales, que por otro lado es lo que realmente falta. Un guión no es una pieza literaria, es parte de la producción de una película. Si no hay película es un montón de papeles sin importancia. Por eso en el proceso de producción el guión puede cambiarse y el guionista debe ser lo suficientemente profesional para saber mantener la distancia y aceptarlo. Otra cosa es la remuneración. Es el último que cobra, la mitad cuando empiezas a escribir, otro tanto cuando se empieza rodar y el total cuando la película se estrena. Como sabemos, hay una alto porcentaje de películas españolas que no se estrenan. Así que puede pasar muchas veces que no cobres lo inicialmente previsto.