Mujeres al volante del cine español


Así salió publicada ayer en el periódico La Provincia mi crónica del 70 Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Comparto el texto en abierto y en su versión completa.

2022 pasará a la historia por ser el primero en que mujeres españolas directoras de cine han realizado las mejores películas. La ultra sensible “La maternal”, presentada en la sección oficial del 70 festival de cine de San Sebastián, conforma este año, con “Alcarrás” y “Cinco lobitos”, un tridente imbatible.

“El triángulo de la tristeza”, Palma de Oro del pasado festival de Cannes es una reveladora, arrebatadora, combativa y excesiva sátira despiadada del mundo que vivimos.

El primer festival de cine de San Sebastián se celebró con las cenizas aún calientes de Jean-Luc Godard, fallecido el lunes anterior. Hubo gritos desgarrados que pidieron para el padre de la cinefilia mundial crespones negros e incluso luto oficial. El festival los aplacó con un comunicado oficial y 91 salvas desde el hotel María Cristina, donde el apátrida director de 150 películas, muchas instaladas, indeleblemente, en la memoria colectiva mundial -entre ellas la inolvidable “Salve quien pueda, la vida” (1980)-, antiguo comunista trotskista, fumador de puros, amante del baloncesto y tenis, se habría alojado alguna vez.

Es ficción. Godard se murió el lunes y nada en el Zinemaldia recordó al director de «Histoire(s) du Cinéma» (1988). Siempre sospeché que los guiños del festival dirigido por José Luis Rebordinos al cine deconstruido son una expresión de sensata precaución para evitar terminar lapidado por los deconstructores. Rebordinos es el director que más años ha estado al frente del más importante evento cultural de España.

Un momento de «La maternal», de Pilar Palomero.

Hay algo peor que tener resaca después de una noche de fiesta con tu productora y distribuidores por otro documental que no es el tuyo en la discoteca Bataplán, antro principal del festival, al mismo ras de la playa de la Concha, que además tengas película a las ocho y media de la mañana y sea otra decepción. No ocurrió. Afortunadamente, la historia del 70 festival de cine dio un giro de guion inesperado el martes con “La maternal”, lo nuevo de Pilar Palomero, ganadora del Premio Goya a mejor película con “Las niñas” hace dos años. Vuelve la aragonesa con un retrato íntimo femenino, esta vez de una jovencísima madre de 14 años, y vuelve a sostener el éxito de la propuesta en el casting de su protagonista, en este caso la extraordinaria Carla Quílez.

Equipo de “La maternal”, con Pilar Palomero en el centro y Carla Quílez a su derecha, tras la rueda de prensa / LUIS ROCA

La película ratifica la validez de lo que desde hace años reivindican las feministas para el cine, la mirada femenina. En “La maternal”, ese poder se traduce en una propuesta muy sencilla, a caballo entre la ficción y el documental, pero emocionante hasta las lágrimas. Con “Alcarrás” (Carla Simón) y “Cinco lobitos” (Alauda Ruiz de Azúa) constituyen las tres mejores películas del cine español del año, un tridente imbatible. Las tres dirigidas por mujeres, dos de ellas abordando el tema de la maternidad.

La rueda de prensa también fue emocionante cuando tomaron la palabra las actrices, jovencísimas madres adolescentes internadas en centros de menores que se interpretan a si mismas, felices por fin porque, como expresó una de ellas, “de una experiencia tan mala ha salido algo tan bonito como esta película”.

Vicky Krieps es Sissi en la película «Corsage», de Maria Kreutzer.

Retrato íntimo también, pero en este caso del último año de vida, en 1878, de la princesa Isabel de Baviera (Sissi), emperatriz de Austria y reina consorte de Hungría, es la coproducción europea “Corsage”. El relato, a la manera de Sofia Coppola en “María Antonieta” (2006), incluye anacronismos narrativos como esa preciosa interpretación al arpa del “As Tears Go By”, de los Rolling Stones, en el propio palacio de la emperatriz. “Corsage” le saca a la emperatriz el corsé y nos la muestra en su interesantísima feminidad. Y literalmente desnuda por primera vez en la historia del cine. La película también está dirigida por una mujer, Maria Kreutzer.

Cartel promocional de «La consagración de la primavera», tercera película de Fernando Franco.

Las películas en las que hombres directores abordan retratos femeninos tienen cada vez menos interés, aunque se hagan con sentido y sensibilidad como esta. “La consagración de la primavera”, tercera del sevillano Fernando Franco, sobre una chica de 18 años abriéndose a la sexualidad a la vez que original descubrimiento del sexo para los afectados por parálisis cerebral. ¿Por qué los hombres directores hacen tantas películas sobre la sexualidad femenina y menos sobre la masculina, por qué no se centran en lo que conocen y escriben, disertan, juzgan, sobre lo que no conocen? Por exceso de oferta y credibilidad, no son buenos tiempos para la mirada masculina, al revés que la femenina, y más si abordan temas relacionados con la intimidad de la mujer. Con todo, “La consagración de la primavera” es de esas películas que te hacen mejor persona.

Anna Castillo y Oriol Pla, en un momento de «Girasoles silvestres» (Jaime Rosales).

De tipos de masculinidades trata lo nuevo de Jaime Rosales, “Girasoles silvestres”, su película más amable con el público. El director de “La soledad” (2007), con la que ganó el Goya, propone una película de trazo sutil e interesante en el uso de las elipsis. “Girasoles silvestres” trata de una madre joven (Anna Castillo) con dos niños pequeños y las parejas que va teniendo. Cada una representa un tipo de masculinidad. Son como escalones en el proceso de afrontar la vida.

Es interesante pensar en cómo sería está película si fuera dirigida por una mujer en vez de un hombre. Y, más aún, por un hombre desde la perspectiva de los hombres. Y, todavía más, por una mujer desde la perspectiva de los tres hombres. La riqueza de lo que somos consiste en ser tolerante con nuestras naturalezas, e intolerantes siempre con lo que nos hace daño. La película tiene la profundidad de su último plano y contiene una revelación, la del actor Oriol Pla que, en el papel de Óscar, es ya un serio candidato al próximo Goya a Mejor Actor Revelación.

Un momento del documental «Mutzenbacher», de Ruth Beckermann.

Me tomo unos marianitos con el productor vasco canario Ramón Saldías, 82 años y como una rosa (de Francia, pues nació en Bidart). Desde 2004 reside en Donostia después más de 30 haciendo cine y publicidad en Canarias. Tiene dificultades para catalogar y digitalizar su valioso fondo de películas. Mientras conversamos, pienso en lo honesta que es con las masculinidades la directora austriaca Ruth Beckermann en el documental “Mutzenbacher”. En él, entrevista a hombres de 16 a 99 años corrientes y molientes para hablar de sexo y mujeres usando como excusa una obra mayor de la literatura pornográfica, la novela anónima de 1906 “Josefine Mutzenbacher, o la historia de vida de una puta vienesa, contada por ella misma”. Lo que se escucha no es políticamente correcto. Hay mujeres que abandonan la sala ofendidas. Me despido al corre corre de Saldías hasta el año que viene.

Ricardo Darín y Juan Pedro Lanzani en «Argentina, 1985», de Santiago Mitre.

Hay películas que parecen reflejar la vida real. A otras se les ve el cartón, como a “Argentina, 1985” (Santiago Mitre). Está protagonizada por el omnipresente Ricardo Darín como el fiscal Julio Strassera, quien estuvo a cargo del juicio contra las juntas militares que gobernaron Argentina entre 1976 y 1983. Tratar este oscurísimo período de la historia con dinero de multinacional estadounidense (Amazon) convierte la tragedia en entretenimiento. Hay emoción, llantinas, humor y una banda sonora infumable. “Peliculón”, me dice alguien nada más salir. A la hora de cerrar este texto, era la mas votada para ganar el Premio del Público.

La película inaugural, “Modelo 77”, decepciona por sus muchísimos lugares comunes para contar una historia carcelaria situada en la España de la Transición. De todas, es a la que más se le ve el cartón. Tiene además un desenlace precipitado. El director, Alberto Rodríguez, reconocido por “La Isla Mínima” o “El hombre de las mil caras”, dijo en rueda de prensa que quería hacerla “entretenida y que hiciera pensar”, un oxímoron de libro. Lo mejor es la poderosa presencia física de Javier Gutiérrez.

La sensación con la que acabé el festival tras ver la decepcionante “Blonde” (Andrew Dominik), sobre Marilyn Monroe, es que estamos asistiendo al fin del cine.

Falla al respetable la sección Perlas si en vez de limitarse a exhibir las películas premiadas en festivales del año, se abre, como anuncia este año, “a sumar propuestas de directores que han crecido con el festival”. ¿Y si lo que presentan carece de interés? Es el caso de la película de Isaki Lacuesta, ganador dos veces de la Concha de Oro. “Un año, una noche” trata de las secuelas en una joven pareja m víctima del atentado yihadista en la sala Bataclán de París en 2015. La película se enreda en cómo encaran el trauma los dos protagonistas sin llegar a ningún lugar interesante.

Los excesos melodramáticos lastran otra película de las que parecen programadas por compromiso, “En los márgenes”, la primera película del actor Juan Diego Botto, con producción de Penélope Cruz, protagonizada por la propia productora y Luis Tosar, ella como mujer deshauciada, él en el papel de lo que Bertolt Brecht consideraba hombres “imprescindibles, los que luchan toda la vida”. Honra a la actriz de Alcobendas decir que destinará los 30.000 del Premio Nacional de Cinematografía, que recibió este año en el festival, a la plataforma anti desahucios, la lucha contra el cáncer y un fondo asistencial para los actores.

Un momento de «R.M.N.», de Christian Mungu.

De las muchas idioteces que se dicen sobre la experiencia cinematográfica es que te permite viajar. Yo lo he escrito también alguna vez. Como si calentar la butaca, el sofá o el colchón pueda compararse a la experiencia de desplazarse físicamente a un lugar. “R.M.N.” es la nueva e interesante película del rumano Cristian Mungiu, director de una de las películas más impactantes de la primera década del siglo, “9 semanas, 4 meses y 2 días”. En la nueva nos da a conocer la vida en un pueblo de Transilvano, enfrentado a unos srilankeses trabajadores de la panadería. Vale la pena solo por la secuencia del encuentro que celebran los vecinos para echar a los inmigrantes, ejemplo insuperable de una asamblea.

No me sedujo, por pretencioso y repetitivo, el nuevo trabajo de Sebastian Lelio, director chileno que ganó el Óscar a mejor película de habla no inglesa por la meritoria, y sobrevalorada, “Una mujer fantástica” (2017). Esta nueva, su primera película internacional, financiada por Netflix, se llama “El prodigio” y se centra en la enfermera que viaja a un pueblo de Irlanda en el siglo XIX para vigilar a una niña que se mantiene viva después de cuatro meses sin comer. Su original arranque genera grandes expectativas, finalmente no cubiertas.

Hirozaku Koreeda está tan presente en este festival como Juanito el Pionero lo estuvo en los carnavales de Las Palmas. Este año el japonés presenta “Broker”, película plagada de buenísimas intenciones, pero larga como un día sin pan. En nombre de la vuelta de público a las salas, que el ministro Iceta defendió con vehemencia en uno de sus discursos aquí, deben reconsiderar modificar la temperatura de las salas por debajo los 27 grados hoy permitidos. Así no hay quien viva.

Un momento de «Moonage Daydream», documental sobre David Bowie.

El documental “Moonage Daydream” (Brett Morgen) sobre David Bowie, fallecido en 2016, empieza siendo un interesantísimo retrato de la evolución de uno de los artistas mas influyentes de los últimos 50 años (músico, pintor, escultor, actor, videasta) pero se estrella en su tramo final, que se alarga, inexplicablemente, durante cuarenta minutos y en nada favorece al autor de “Space Oddity”. Pero hasta ese momento vale mucho la pena por el certero retrato del cantante nacido en Brixton y el mundo ferozmente individualista en que, con Bowie, nos tocado vivir.

Los Monopol donostiarras

La noticia más importante del festival este año no tuvo que ver con estrenos ni estrellas. Fue el reconocimiento del festival a Sade Cines, la empresa donostiarra propietaria de las 20 salas en los tres complejos multicines que existen en la ciudad. El tirón de un festival inclusivo, que busca a una ciudadanía diversa y mayoritaria, tiene influencia en que estas salas, los cines Príncipe, Antiguo Berri y Trueba, que combinan cine de autor con estenos comerciales, pueda mantenerse durante todo el año en una ciudad de solo 188.000 habitantes.

La noticia más importante del festival este año fue el reconocimiento a Sade Cines, la empresa donostiarra propietaria de los cines Príncipe, Antiguo Berri y Trueba.

Solo en los dos primeros días de la 70 edición, el público donostiarra compró 45.000 entradas. En 2019, último año antes de la pandemia, fueron 178.687 las entradas vendidas. San Sebastián tiene, así, uno de los públicos más cultos, cinematográficamente hablando, del mundo. Personas cultas son empoderadas. Lo contrario son seres condenados.

Condenados son los del pueblucho del levante español donde se desarrolla “El agua”, película de Elena Pérez Riera que justifica su presencia, supongo, por la cuota de cine dirigido por mujeres que debe cumplir el festival para no ser señalado como machista. La película es una simpleza con momentos que dan vergüenza ajena promocionada como otra nueva precuela, una más, de “El espíritu de la colmena” (Víctor Erice, 1973)c cine de autor pequeñito y radicalmente honesto. Para más inri, López Riera ofreció una clase magistral en el festival. Después hay quien se queja del auge de la extrema derecha.

Comprendo el abandono de Carlos Boyero, el comentarista de cine más leído de España, de las grandes citas festivaleras, entre otras, esta de San Sebastián. Aquí viene a presentar un documental que se llama “El crítico” sobre el que será emitido en TCM. También le dan un reconocimiento por su labor de tantos años. Empezó cuando Fernando Trueba le cedió el testigo en La Guía del Ocio al irse a rodar “Ópera prima” (1980).

El cine se ha infantilizado. Cada vez más decadente desde que las ayudas públicas de las que se nutre se han orientado a premiar lo político por encima de lo industrial. La perversión es tal que hay gobiernos que promocionan las películas independientemente del público al que se dirija. Es más, las hay que, si una película no tiene espectadores, les parece incluso mejor, el colmo de la estulticia. El sistema está podrido por el intervencionismo de los gobiernos. Los festivales, financiados casi siempre con dinero público, son igualmente culpables.

Publicidad de la película sobre el crítico Carlos Boyero en el 70 festival de cine.

La sensación con la que acabé el festival tras ver la decepcionante “Blonde” (Andrew Dominik), sobre Marilyn Monroe, es que estamos asistiendo al fin del cine. Hay inflación de películas malas, o carentes de interés. Y, sin embargo, vienen precedidas de largos años de trabajo e ingente inversión pública. ¿Para qué se hacen si se las olvidará desde antes de salir?.

En las salas, los más jóvenes no paran de moverse haciendo temblar sus piernas y consultar el móvil. Hay quien cabecea dormido durante media hora y cuando termina la película aplaude entusiasmado. Me gustaría saber a cuántos de los acreditados por prensa se les retribuye por su trabajo. Si, como sospecho, solo se les paga dignamente a una pequeñísima minoría, es porque a las empresas periodísticas todo esto también les importa un bledo.

La película que acompañó el Premio Donostia a Juliette Binoche, “Con amor y furia” (Claire Denise) no podrá en Las Palmas como el 99 % de la programación del festival, porque en esa ciudad africana no quedan cines donde ponerla. Hay auditorios, museos, orquestas y teatros públicos con una programación anual durante todo el año sufragada con decenas de millones de euros públicos. Pero no hay cines. Búscala más adelante en alguna plataforma si quieres ver este remedo amargo de “Un hombre y una mujer” (Claude Lelouch, 1966) que ganó el premio a la mejor dirección en el pasado festival de Berlín. Merece la pena por la apuesta pareja protagonista, Binoche y Vincent Lindon.

Una imagen de Juliette Binoche fue el cartel del 70 Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

De las palabras de Juliette Binoche en la rueda de prensa por su premio honorífico destacó que, antes de triunfar, trabajaba como cajera de supermercado para pagarse el teléfono donde recibía las propuestas de castings. En esas estaba cuando tuvo una experiencia extraña con Jean-Luc Godard, en su prueba le hizo recitar un poema totalmente desnuda. De aquellos lodos, estos movimientos #MeToo. La más importante actriz francesa de la actualidad afirmó que ve el cine como cualquier aficionado, aleatoriamente, sin analizarlo. Nunca juzga los papeles y, sin embargo, busca identificar su recorrido interior y amarlos.

Remedo de “Un pez llamado Wanda” (Charles Crichton, 1988), menos genial, naturalmente, pero con momentos desternillantes, es la propuesta de otro francés habitual del festival, Louis Garrel. Presentó “L´Innocent”, tragicomedia con momentos grotescos que se ve bien, pero se olvida con la misma facilidad. Y ya no remedo, sino adaptación libre de “Las amargas lágrimas de Petra von Kant” (Rainer W. Fassbinder, 1972) es “Peter von Kant”, de François Ozon, otro habitual del festival. Un director en la cima del arte cinematográfico mundial vive una monumental crisis por un palo amoroso. Las presencias de Isabelle Adjani y Hanna Schygulla hacen interesante el visionado de esta película que más parece un ejercicio de fin de curso que una película en serio.

Pareja protagonista de «El triángulo de la tristeza», de Ruben Östlund.

Las buenas

Ha hecho falta superar el ecuador del festival para encontrarnos, por fin, con una película deslumbrante. Es “El triángulo de la tristeza”, Palma de Oro del pasado festival de Cannes. Reveladora, arrebatadora, combativa, excesiva, sátira despiadada del mundo que vivimos, punki a ratos. Como en la anterior del director, Ruben Östlund, “The Square”, que también ganó en Cannes, se reconocen las deudas de Luis Buñuel.

El filme trata de una pareja de supermodelos y cómo les cambia la vida durante un crucero de lujo. “Triangulo de la tristeza” reparte interrogantes a ostias, sobre el cambio de los roles de género, el pornocapitalismo y la frivolidad irresponsable de la sociedad de consumo. Nada que no conozcamos y frente a lo cual tan poco hacemos.

Fotograma de «Tori y Lokita», de los Hermanos Dardenne.

En la marginalidad de la marginalidad se sitúa la película que gano el Premio Especial del 75 festival de Cannes, “Tori y Lokita”, de los Hermanos Dardenne, sobre dos jovencísimos hermanos africanos que se buscan la vida como pueden para pagar las deudas de sus traficantes de inmigrantes mientras ella no recibe sus papeles. El retrato es veraz y cruento, perfecto. El único pero es que no resulta original en el cine de los belgas, principales nombres, con el británico Ken Loach, del cine social europeo.

Imagen de «Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades», de Ignacio G. Iñárritu.

Onírica, a ratos felliniana, sorrentiniana, excéntrica, poética, patriótica, crítica, testimonial, es la nueva propuesta de Ignacio G. Iñárritu, que, con Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón conforman los tres grandes nombres del cine mexicano actual. El filme “Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades”, sobre un documentalista mexicano emigrado a EEUU que recibe un prestigioso premio, más parece un testamento cinematográfico del director. La disfrutarán los paladares exigentes y pacientes, pues casi alcanza las tres horas. Por sus poderosas imágenes merece verse en pantalla grande.

Diálogos cinéfagos / “The White Lotus” (2022) – Mike White


Foto: LUIS ROCA

– ¿Y ahora qué hago? Me aburro.

– Cómprate un loro.

– Gaspar se escapó volando, mi vida. Quedamos en que no sacaríamos más ese tema.

– Te estás mimetizando con The White Lotus. ¿Tanto te gustó?

Cartel de la serie de HBO “The White Lotus”

– Me encantó, está en HBO, que todo el hotel lo sepa. Cortita, seis capítulos, y redonda.

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“El chico” de Chaplin cumple 100 años


Ver “El chico” en versión restaurada en 4K en pantalla grande es de las oportunidades que brinda la pandemia. Se cumplen ¡100 años! desde su estreno. Paradójicamente, desde hacía ya demasiados años las pantallas de mayor tamaño se llenaban con las películas de menor interés, las más tontas y bobaliconas. No tengo claro si siempre ha sido así.

Milagrosamente, la pandemia permite reposiciones como esta. No te la pierdas. El genio de Chaplin al servicio de una película que rebosa ternura y risas, con el aliciente además de asomar la nariz al mundo no tan lejano de dónde venimos.

Como en todo el cine de Chaplin, la profundidad de los muchos mensajes se esconde detrás de todas esas capas de humor que la recorren. Incluido una alegoría del paraíso realizada con muy rudimentarios efectos especiales (¡de 1921!) que acaba como el rosario de la aurora.

“Deberíamos poder encerrar la miseria”, propugnaba un cineasta de su tiempo que lo conoció. Chaplin era más pragmático, se conformaba con sacar al chico y su salvador, el vagabundo de bigote raro y bombín, pies planos y zapatos enormes, de la terrible existencia a la que parecía que estaban irremediablemente abocados.

Annie Hall 44 años después


Esos momentos mágicos que tienen las películas que de manera totalmente insólita se empeñan en explicar esa cosa loca que llamamos amor y encima van y lo logran. Como el momento este de Annie Hall cuando Alvy Singer y Annie Hall se besan con el puente de Manhattan de fondo, aquí con los rascacielitos de la calle Primero de Mayo en Las Palmas de fondo.

Y, como tiene que ser, esas películas profundas y únicas que dejan al final una sensación de añoranza, ternura y desgarro, porque eso es justamente lo que el inevitable paso del tiempo hace con las relaciones amorosas. Para quienes vivimos la necesidad de amor salvador a diario, para quienes lo hayan vivido, que nos quiten lo bailao. Y que viva la insolencia narrativa de Woody Allen durante toda la película. Sí, “Annie Hall” sigue siendo una obra maestra.

El mejor cine de autor que viene / 65 Festival Internacional de Cine de San Sebastián (2)


En esta segunda y última entrega sobre el 65 Festival Internacional de Cine de San Sebastián me centro en las algunos nuevas propuestas de cine de autor. 14 en total de, entre otros, Darren Aronofsky, Michael Haneke, Wim Wenders, Hirokazu Kore-eda, Martin McDonagh, Paolo Virzì, Andrey Zvyagintsev y Xavier Legrand. “Mother!”, “Tres anuncios a las afueras de Ebbing, Misuri”, “Lumière!”, “Call Me by Yor Name”, “The Leissure Seeker”, “Inmersión”, “Princesita”, “Sin amor”, “Custodia compartida” y “The Florida Project” son algunas de ellas. Durante la celebración del festival, estos textos -ampliados- fueron publicados a diario en la revista online El Asombrario, asociada con Público, ocupando la portada de este diario online durante los días de celebración del festival, y en cuatro ocasiones, en el ránking de lo más leído del día. Entre estas reseñas y las de Manuel Cuéllar, con quien compartí las entradas, sumamos referencias a mas de treinta películas.

Jennifer Lawrence y Javier Bardem, protagonistas de «Mother!», de Darren Aronofsky. / OAC

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Cine español y series españolas que vienen / Canarias en el 65 Festival Internacional de Cine de San Sebastián


Esta primera entrega resumen del 65 Festival Internacional de Cine de San Sebastián #65ssiff contiene referencias a las series de televisión «La peste» (Alberto Rodríguez) y «Vergüenza» (Juan Cavestany y Álvaron Fernández Armero), y las películas «El secreto de Marrowbone» (Sergio G. Sánchez), «La vida y nada más» (Antonio Méndez Esparza), «El autor» (Manuel Martín Cuenca), «Fe de etarras» (Borja Cobeaga) y «La gran enfermedad del amor» (Michael Showalter). También da detalles de la presencia de cineastas y el cine de Canarias en el 65 Zinemaldia y hace un reseña del habitual acto de Canarias en el festival de cine más importante de España.

Pablo Molinero y Paco León, protagonistas de «La Peste» / OAC

TELA BLANCA, CRISTAL NEGRO

Ver proyectados sobre la tela blanca de la enorme pantalla del cubo grande del Kursaal del premio Pritzker Rafael Moneo en San Sebastián los dos primeros capítulos de la serie de televisión «La peste», que llegará a los cristales negros de los televisores de plasma en los hogares en enero de 2018 a través de una plataforma de televisión de pago, es lo mismo que tener la oportunidad de ver en todo su esplendor la última obra de Alberto Rodríguez, uno de los mejores directores del cine español actual. Sigue leyendo

De «La llegada» a «Neruda», algunos de los mejores estrenos de la temporada


Han sido diez semanas sin publicar en este blog, un período de viajes y demasidos frentes abiertos para poder abrir con la regularidad que merece el lector esta ventana. Primero el festival de San Sebastian, con colaboraciones para El Asombrario/Público y La Provincia. Después, el festival de Sitges, con colaboraciones para La Provincia. En el primer caso, las películas tratadas han sido (añado los enlaces de las publicaciones en El Asombrario, que incluyen también los textos de Manuel Cuéllar): Tú y los demás. Hong Sang-soo; Fuocoammare. Gianfranco Rosi; I, Daniel Blake. Ken Loach; La reconquista. Jonás Trueba; Playground. Bartosz M. Kowalski; Jesús. Fernando Guzzoni; Elle. Paul Verhoeven; Colossal. Nacho Vigalondo; Que Dios nos perdone. Rodrigo Sorogoyen; María (y los demás). Nely Reguera; Nocturama. Bertrand Bonello; El hombre de las mil caras. Alberto Rodríguez; y Neruda. Pablo Larraín. En el segundo caso, con el seguimiento a los estrenos de «Inside» (Miguel Ángel Vivas) y «Proyecto Lázaro» (Mateo Gil). Reproduczco a continuación el especial sobre las películas vistas en el 64 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, publicado el mes pasado en La Provincia, aunque ahí en una versión más reducida por cuestiones de espacio. Algunas películas ya se han estrenado, otras lo harán los meses venideros. Sigue leyendo

Juan Cano (Nono), productor de Sur Film: «Aliados», con Brad Pitt, Marion Cotillard y Robert Zemeckis, llegó a Gran Canaria por el Gabinete Literario»


El productor Juan Cano («Nono» entre los del gremio del cine) es uno de los principales artífices de que Canarias haya acogido las mayores superproducciones de Hollywood de su historia. La última fue «Aliados» («Allied«), dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Brad Pitt y Marion Cotillard. Un rodaje que puso patas arriba la ciudad de Las Palmas en mayo pasado, sin par desde en esta ciudad desde que recibiera a John Huston y Gregory Peck para filmar «Moby Dick» hace 62 años. La semana pasada el estudio Paramount, la productora Sur Films y representantes públicos dieron en rueda de prensa conjunta la cifra de gasto del rodaje en Canarias, en torno a 12 millones de euros, 11 en Gran Canaria (donde se filmó en 4 jornadas de rodaje) y 1 en Fuerteventura (que acogió tres días de filmaciones). Sigue leyendo

Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad de rodajes de cine


Este texto se publicó el jueves pasado en La Provincia, un dia antes del inicio del rodaje que estamos viviendo este fin de semana de «Allied» en Las Palmas de Gran Canaria, y que ha traído a la ciudad un despliegue de cine nunca visto desde el rodaje de «Moby Dick» (John Huston) hace 62 años. «Allied», una producción del estudio de Hollywood Paramount, ha traído a Canarias (rodará seis jornadas entre Gran Canaria y Fuerteventura) nombres como Brad Pitt, Robert Zemeckis, Marion Cotillard y Don Burgess. Este texto ilustra de forma concisa lo que ha dado de sí Las Palmas de Gran Canaria como ciudad de rodajes. Vivimos en Las Palmas un fin de semana de la fiesta, porque, como leí en una entrada reciente en Facebook de un productor, «la fiesta del cine es cuando se rueda una película».

Trabajadores de Carbonera Canaria, perteneciente a la Casa Miller de Las Palmas, delante de la maqueta de Moby Dick. ARCHIVO JUAN SOCORRO - SALVAR LA MEMORIA, 50 AÑOS DE TIRMA Y MOBY DICK

Trabajadores de Carbonera Canaria, perteneciente a la Casa Miller de Las Palmas, delante de la maqueta de Moby Dick. ARCHIVO JUAN SOCORRO – SALVAR LA MEMORIA, 50 AÑOS DE TIRMA Y MOBY DICK

El Puerto de La Luz es el decorado de cine más filmado de la ciudad de Las Palmas. Existen imágenes documentales desde 1909, entre ellas, una preciosa panorámica de la compañía francesa Gaumont con final en el muelle de Santa Catalina, realizada con cámara a manivela en tiempos del Cinematógrafo. También aparece el puerto en Canary Bananas (1935), primer ‘docu’ de un adolescente Richard Leacock, futuro dios del cine directo norteamericano. Hoy diríamos que es un vídeo industrial. Dando un salto de setenta y cinco años, La Luz es protagonista del interesante documental Anclados (Carlota Nelson, 2009), sobre unos marineros ucranianos con base en el puerto que se quedaron en fuera de juego dentro sus barcos soviéticos después de la desintegración de la U.R.S.S. en 1991. Sin amparo jurídico, su patria durante años fueron aquellas destartaladas naves. Sigue leyendo

Juan Cano, ‘Nono’, productor: “Hollywood dejó 100 millones de euros en Canarias”


Carteles de las cuatro películas en las que participó Juan Cano, 'Nono', como director de producción en Canarias. / SUR FILMS - OAC

Carteles de las cuatro películas en las que participó Juan Cano, ‘Nono’, como director de producción en Canarias. / SUR FILMS – OAC

Juan Antonio Cano Trujillo, conocido como “Nono” entre los de la profesión, es el canario que ha sacado adelante cuatro de los cinco rodajes que Hollywood ha llevado a cabo en Canarias en los últimos cinco años. Son “Furia de titanes” (“Clash Of The Titans”, Louis Leterrier, 2010) ; “Ira de titanes” (“Wrath Of The Titans”, Jonathan Liebesman, 2012); “A todo gas 6” (Fast & Furious 6, Justin Lin, 2013) y “En el corazón del mar” (“In The Heart Of The Sea”, Ron Howard). Esta última, basada en el mismo suceso que inspiró a Herman Melville para escribir su novela “Moby Dick”, el hundimiento de un barco por un cachalote gigante, tiene previsto su estreno para diciembre de 2015. En esta entrevista, “Nono” habla de la relación entre los filmes “En el corazón del mar” y “Moby Dick” (John Huston, 1956) durante el rodaje; Canarias como destino de rodajes; la importancia que en esto tiene que los empresarios canarios participen de los incentivos fiscales al cine; analiza las fortalezas de las localizaciones canarias; defiende los grandes rodajes en las islas como fuente de aprendizaje; y opina sobre el papel de las films commissions en este engranaje.

Juan Cano, 'Nono', en su oficina, delante del cartel de "Fast & Furious 6" / SUR FILMS-OAC

Juan Cano, ‘Nono’, en su oficina, delante del cartel de «Fast & Furious 6» / SUR FILMS-OAC

Juan Cano, ‘Nono’, (Adeje, 1969) trabaja en Sur Films, empresa con sedes en Adeje y Barcelona y oficinas de representación en Madrid y Berlín que compagina trabajos en publicidad y cine. “Antes me dedicaba a la publicidad internacional. Mientras el mercado español solo nos requería de noviembre a febrero, el alemán y británico nos demandaba durante todo el año. Incluso participamos en proyectos internacionales en Cuba, Uruguay, Argentina, Costa Rica e Islandia. Esos trabajos me permitieron tener una mejor perspectiva de las fortalezas de Canarias como lugar de rodaje”. Sigue leyendo

Especial Adrián Guerra por el estreno de «Cómo sobrevivir a una despedida»


A la derecha, Adrián Guerra. Al lado, imágenes del rodaje de "Cómo sobrevivir a una despedida"; Manuel Moreno (c) con Natalia de Molina (i) y Úrsula Corberó durante el encuentro con la prensa de la película al finalizar el rodaje; y equipo de rodaje de la película. / JOSÉ HARO-OAC

A la derecha, Adrián Guerra. Al lado, imágenes del rodaje de «Cómo sobrevivir a una despedida»; Manuela Moreno (c) con Natalia de Molina (i) y Úrsula Corberó durante el encuentro con la prensa de la película al finalizar el rodaje; y equipo de rodaje de la película. / JOSÉ HARO-OAC

El domingo 19 de abril de 2015 se estrenará «Cómo sobrevivir a una despedida» en el 18 Festival de Málaga Cine Español, película dirigida por Manuela Moreno y protagonizada por Natalia de Molina, Ursula Corberó, María Hervás, Celia de Molina y Brays Efe. Es el primer largometraje de Moreno y el séptimo de su productor, Adrián Guerra (Las Palmas de Gran Canaria, 1984). En esta entrada puedes leer la entrevista que le hice a Adrián Guerra -octubre de 2013- y obtener amplia información sobre su recorrido en el último año y medio. La publiqué en el periódico La Provincia con Guerra a punto de su último estreno, «Grand Piano» (Eugenio Mira, 2013). En ella habla de sus inicios en el cine, sus películas y el cine en España. Es la primera entrevista que se le hizo al productor. Sigue leyendo

Diego Betancor, director de casting: “Había algo romántico en rodar una película basada en el mismo suceso que inspiró “Moby Dick”


Esta entrevista a Diego Betancor (25 años, director de Casting Canarias) fue publicada en una versión algo más reducida hace una semana en el diario La Provincia. Betancor ha sido de los técnicos canarios que mejor ha sabido aprovechar el boom de rodajes de cine en Canarias en los últimos cinco años. Ha trabajado en casi todas la películas grandes: “»Wrath Of The Titans» («Ira de titanes»,  Jonathan Liebesman, 2012), «The Dictator» (“El dictador”, Larry Charles, 2012); “Fast & Furious 6» («A todo gas 6”, Justin Lin, 2012),»[REC]4: Apocalipsis» (Jaume Balagueró, 2014); “Exodus: Gods and Kings” («Exodus, dioses y reyes», Ridley Scott, 2014); “Nadie quiere la noche” (Nobody Wants The Night, Isabel Coixet, 2015); “Cómo sobrevivir a una despedida” (Manuela Moreno, pendiente de estreno) ; “Palmeras en la nieve” (Fernando González Molina, pendiente de estreno); “In The Heart Of The Sea»  («En el corazón del mar», Ron Howard, pendiente de estreno); y «Proyecto Lázaro» (“Project Lazarus”, Mateo Gil, en producción).

"Ahora mismo hay técnicos canarios rodando la nueva película de James Bond en Austria". En la foto, Diego Betancor en Berlín en 2014. / CASTING CANARIAS-OAC

«Ahora mismo hay técnicos canarios rodando la nueva película de James Bond en Austria». En la foto, Diego Betancor en Berlín en 2014. / CASTING CANARIAS

Diego Betancor (La Laguna, 1989) es, a sus 25 años, director de Casting Canarias y uno de los técnicos locales que mejor ha sabido aprovechar la oportunidad de trabajar en rodajes de películas en el quinquenio de oro vivido entre 2009 y 2014. La posición que ocupa no es casual. Sigue leyendo

La ruta de turismo cinematográfico #SaveMobyDick se presenta en público por primera vez


Mañana lunes, 1 de diciembre, explico en el aula de posgrado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) el proyecto #SAVEMOBYDICK, primer proyecto de ruta turística cinematográfica en Gran Canaria. La charla empezará a las 17:30 horas. LA ENTRADA ES LIBRE. La conferencia se enmarca en el Máster en Gestión del Patrimonio Artístico y Arquitectónico, Museos y Mercado del Arte, organizado por la ULPGC y la Universidad de Santiago de Compostela. “Moby Dick”, dirigida por John Huston según un guión suyo y de Ray Bradbury basado en el clásico universal de Herman Melville e interpretada, entre otros, por Gregory Peck, Orson Welles, Richard Basehart, Leo Genn, Frederick von Lebedur, Edric Connor, fue rodada en Navidad de 1954 en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria.

Cartel del filme "In The Heart Of The Sea", de Ron Howard", basado en la misma historia que inspiró "Moby Dick" y rodado también en las islas Canarias.

Cartel de»In The Heart Of The Sea», de Ron Howard, basado en la misma historia que inspiró «Moby Dick» y rodado también en las islas Canarias. Su estreno está previsto para 2015.

Si utilizo aquí la imagen del cartel de la película “In The Heart Of The Sea” («En el corazón del mar»), dirigida por Ron Howard y rodada parcialmente en La Gomera y Lanzarote en 2013, y no una de “Moby Dick” es por varias razones:

1) porque como en ese magnífico cartel, el gran cachalote blanco sigue como una descomunal presencia invisible pero latente sobre la ciudad de Las Palmas. La ciudad, en ese cartel, es como si fuera el barco. Las Palmas es una ciudad de mediana dimensión. Moby Dick es un universo.

2) porque la película de Howard que se estrenará el 13 de marzo de 2015 tendrá, si nada lo remedia, acciones para una ruta turística antes que la de John Huston, de la que este año se cumplen 60 años del rodaje. El despropósito que en materia de cine rige en el Ayuntamiento de Las Palmas es, al menos, del tamaño del cachalote gigante albino.

3) el material de “Moby Dick” es tan sumamente precioso que merece preservarse hasta que se encuentre el lugar que merece para exponerse públicamente.

Las Palmas de Gran Canaria no pasará el umbral del siglo XX cuando se reconozca el mayor rodaje de cine realizado en las Islas Canarias en esos cien primeros años de historia del cine. La ciudad no, pero sí el ayuntamiento que la gobierna. No es de recibo tener que lidiar con funcionarios, técnicos y concejales que me han tocado en los últimos diez meses desde que he hecho pública la iniciativa de promover un proyecto en el cual llevo trabajando desde abril de 2013 para conmemorar lo que este año cumplimos, el 60 aniversario del rodaje. Tampoco desde el Cabildo de Gran Canaria se ha emprendido nunca nada.

Descartar tomar el testigo de una inversión que actualmente está en 50.000 euros -ni siquiera tendrían por qué que salir de fondos públicos-, después de una reunión de diez minutos, y comunicarte esa negativa con un email administrativo, que te lo manda alguien con quien como director del proyecto no has tratado nunca para este asunto, que te indica que “lamentamos que debido a la indisponibilidad presupuestaria…. bla bla bla”, es lamentable, impresentable. Eso por lo que toca a que la ciudad ponga en el lugar que merece uno de los acontecimientos sociales y culturales de mayor envergadura que vivió en el siglo XX.

Por no volver a incidir sobre lo que también es: una nueva torpeza que perjudica la imagen pública de la ciudad, la desacredita, y le impide beneficiarse de los beneficios potenciales, económicos y de imagen, en el ámbito de la promoción turística que significaría ligar el nombre de Las Palmas al de Moby Dick, un nombre que se conoce, como pocos, entre personas de todas las edades en prácticamente todo el mundo. Por no hablar, tampoco, de lo que el proyecto serviría para afianzar la ciudad (y la isla, el archipiélago) como lugar de recepción de rodajes en estos tiempos, por un lado, de profunda crisis económica y, por el otro, de puesta en valor de las islas Canarias como destino de filmaciones nacionales e internacionales.

He de decir que el único que ha tenido una actitud positiva hacia el proyecto es el actual alcalde de la ciudad, Juan José Cardona. En el trato y en la respuesta. Solo que también ha sido insuficiente. El alcalde, en su última comunicación conmigo, sigue diciéndome que aunque sabe que el proyecto no se emprende, “no renuncia a él”. Nunca me he entendido bien con los políticos por cosas como esta. Porque, ¿si no renuncia por qué no lo emprende aquí y ahora? ¿O por qué al menos no anuncia públicamente su apoyo? ¿O es que se está comprometiéndose a hacerlo para cuando ya no esté en la alcaldía? ¿Está seguro nuestro actual alcalde de que, infaliblemente, volverá a ser elegido, y lo que está diciendo es que volverá a estudiarlo a ver si lo ve factible en los próximos cuatro años?

Lo más penoso -paradójicamente más emocionante de la antología del disparate de la ciudad en relación al rodaje-, es que siguen saliendo informaciones nuevas, fruto, precisamente, de que desde el ayuntamiento de la ciudad nunca se haya trabajado esta cuestión con un mínimo de profundidad.  Sin ir más lejos, este año han aparecido fotos nuevas en tres frentes distintos, hemos conocido interesantísimo detalles nuevos del rodaje y hemos redescubierto la principal pieza del rodaje que queda en la isla.

Lo más triste es que los que trabajaron en el rodaje hace sesenta años, muchos de los cuales ya me han trasladado que apoyan de forma entusiasta el proyecto, están muriendo de forma inexorable sin haber podido ver por sus propios ojos ninguna señal de reconocimiento ni agradecimiento por lo que ocurrió en su ciudad hace 60 años, en lo que ellos tuvieron el privilegio y el orgullo de participar.

Copias de contacto de momentos del rodaje de Moby Dick en Las Palmas de Gran Canaria.

Copias de contacto de momentos del rodaje de Moby Dick en Las Palmas de Gran Canaria.

Pedro Almodóvar y Damián Szifrón regalan el cine más brutal / Crónica del 62 Festival Internacional de Cine de San Sebastián


«Rebelde, alegre, violenta y contundente.” Así calificó el actor Leonardo Sbaraglia el filme “Relatos salvajes” cuando recogió en nombre de su director, Damián Szifrón, el Premio del Público a la Mejor Película Europea, en la gala de clausura del pasado festival de cine de San Sebastián, celebrado entre el 19 y el 26 de septiembre pasados. Yo solo añadiría excepcional. La película es una coproducción hispano-argentina en la que participa la productora de cine, El Deseo, de los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar. Se estrena el próximo 17 de octubre.

Aunque “Relatos salvajes” es el mejor filme de los vistos durante el festival sería injusto no destacar que fue el documental de Wim Wenders “La sal de la tierra”, sobre el fotógrafo social brasileño Sebastiao Salgado, el que se alzó con el Premio del Público en su categoría absoluta. Lo codirige con Wenders el hijo del fotógrafo Juliano Ribeiro Salgado. Quienes lo han visto dicen que el relato de algunas de las mejores imágenes de Salgado, explicadas por él mismo y con la voz del propio Wenders, es necesario y conmovedor. Sigue leyendo

Gustavo Benítez: Un inventor de cine para “El Niño”


Gustavo Benítez es uno de los principales técnicos de cine y televisión de Gran Canaria. Es humilde y versátil. Lo mismo dirige el ‘camera car’, que levanta un decorado, construye un elemento singular del atrezo o inventa un artilugio. Lleva 25 años de trabajo ininterrumpido al servicio de películas y series, spots publicitarios y sesiones de fotos, desde 2002 con su marca gb-escenografía. Entre otras, en películas como “Mararía”, “La isla interior”, “El Niño” o “Exodus: God and Kings”. Esta entrevista se publicó el 5 de septiembre de 2014 en la edición de papel del periódico La Provincia.

Gustavo Benítez en su casa de Telde, el día de la entrevista / LUIS ROCA ARENCIBIA

Gustavo Benítez en su casa de Telde, el día de la entrevista / LUIS ROCA ARENCIBIA

“El cine te engancha, es bonito crear cosas que después ves en pantalla sin que nadie sepa el truco que hizo falta para poder hacerlas.” Nos conocimos trabajando en el rodaje de “Mararía” (Antonio José Betancor, 1998), él a las órdenes del director de arte Félix Murcia. Diecisiete años después es, tras la figurinista Tatiana Hernández, el técnico canario mejor situado en los títulos de crédito de “El Niño” (Daniel Monzón, 2014). El filme, actualmente en cartelera, se rodó el año pasado durante dos semanas en Gran Canaria entre otras localizaciones en Andalucía y Marruecos. Sigue leyendo

Así nació Canarywood (claves de la explosión de rodajes de cine en Canarias)


 

Juliette Binoche será la protagonista del nuevo filme de Andrés Santana, "Larga es la noche", de Isabel Coixet. También rodarán en Canarias.

Juliette Binoche será la protagonista  del filme de Isabel Coixet que producirá Andrés Santana. También rodarán en Canarias. La imagen es de la actriz francesa en «El paciente inglés»  (Anthony Minghella, 1996)

2014 pasará a la historia como el año en que se hizo realidad el sueño de que Canarias se convirtiera en plató para producciones de cine nacionales e internacionales. Quien opine que esto no favorece al desarrollo de la industria local no sabe de lo que habla. También quien piense que realidades como esta son eternas. Pero nos aferramos a ella. Desde 1895, en la historia del Archipiélago nunca ha habido mejor momento para dedicarse al cine que éste. La razón de la proliferación de rodajes es plenamente cinematográfica, hay que buscarla en ‘don Dinero.’

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Magnum saca a la luz nuevas fotografías del rodaje en Canarias de Moby Dick (John Huston, 1956)


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La aparición de 24 fotografías del rodaje en Las Palmas de Gran Canaria de la película «Moby Dick» (John Huston, 1956) es la más trascendente noticia para el cine en Canarias en lo que llevamos de año. Y eso que hemos tenido noticias de magnitud, como el anuncio del rodaje en octubre próximo de «The Man Who Killed Don Quixote», de Terry Gilliam, producida por el canario Adrián Guerra; la recuperación para las pantallas de cine del documental «Edificio España«, de Vïctor Moreno, tras año y medio de veto por el Banco de Santander; las nominaciones a los Premios Goya de Manuel González Mauricio, Tatiana Hernández  y Paco Delgado, con estatuilla para este último; la buena carrera en festivales del primer largometraje de José Ángel Alayón («Slimane», 2013). Pero la noticia que hoy saca a la luz en La Provincia el periodista Miguel F. Ayala (pueden leerla en la páginas 50 y 51) sobre la aparición de fotografía inéditas del rodaje de esta película -el más importante de Canarias durante el siglo XX- supera lo anterior. Las fotos fueron tomadas por Erich Lessing para la prestigiosa Agencia Magnum. Sigue leyendo

«Lleno eres de Filmin», nueva serie de críticas de cine en El Asombrario


Películas de Miguel Gomes, Elena Trapé, Lucrecia Martel, John Carpenter, Wolfgang Petersen y Juan Cavestany han sido las primeras de las más de 5.000 títulos que ofrece el portal. La serie de críticas bajo el nombre «Lleno eres de Filmin» que escribo desde noviembre en El Asombrario parte de una idea que es ejemplo de cómo sacarle punta a los romos tiempos que corren. La crisis obliga a mover la cintura. El volumen de trabajo hoy es mayor y más ilusionante. No echo de menos los tiempos en los que no sentía cada día como un reto. Gracias a la confianza de El Asombrario y del principal portal de cine de España estas críticas juegan a ser relatos de los visionados que realizamos un grupo de amigos. Por ahora están Anais,  Xavi y Carla, pero pronto espero que se incorporen más.

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Memorias del 61 Festival de Cine de San Sebastián, crónica de una inmersión anunciada


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Tras ver «Gravity» la emoción hizo saltarnos la rueda de prensa del director Alfonso Cuarón. En vez de eso, nos dimos un baño en la playa de Zurriola, detrás del Kursaal de Moneo. Con Marta de Santa Ana. Foto de JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ.

Además de para el periodico La Provincia, medio con el que he intensificado mis colaboraciones desde octubre de 2012, este año fui con Manuel Cuéllar cronista para el periódico digital ElDiario.es del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Día tras día, tras el visionado de entre tres y cuatro películas diarias, llegaba el turno de escribir las notas que se volcarían a la revista cultural de Cuéllar con la que colaboro, El Asombrario. De ahí a la portada del diario de Ignacio Escolar.  El título: Zinemaldia Dreaming. Dado el estrecho margen temporal que nos impusimos se trataba de crónicas urgentes, reseñas que respiraban con el oxígeno de la realidad inmediata. Corríamos más rápido que el tiempo.

El resultado ha sido más que satisfactorio:  64.000 visitas en las nueve entradas publicadas (media de 7.111,1 diarias). En el listado de debajo puedes recuperarlas todas. En ellas se reseñan más de treinta películas. Algunas, como ‘Gravity’ de Alfonso Cuarón, recién estrenadas. La mayoría por estrenar.

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La conexión de Canarias con el Hollywood más grande se llama Patricia Medina


Todo empezó a rumiarse a finales de 2012, cuando el presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, Tomás Van de Walle, me vino con la información. Seis meses después, con la primicia del descubrimiento de sus propias memorias, este reportaje aparecido ayer en el periódico La Provincia señala la que hasta hoy es la más directa relación entre las islas Canarias y el cine de Hollwood más grande. La boda en 1960 de Patricia Medina -inglesa de Liverpool pero de padre canario- con el también actor Joseph Cotten liga las ciudades de Las Palmas de Gran Canaria, Liverpool, Londres, Petersburg y Los Ángeles en una delicada línea blanca.

Este es el enlace de La Provincia donde puedes acceder a la versión online del reportaje de tres páginas que ayer fue portada del suplemento de Cultura.

Añado en esta entrada fotos publicadas en el reportaje junto con otras inéditas. Todas dan detalles sobre Patricia Medina, su familia y sus amores en los textos que las acompañan. Agradezco a la familia la disposición para la realización de este trabajo, especialmente a Margarita González Bravo de Laguna y a Domingo Hernández Medina.

El canario Paco Delgado, diseñador de vestuario de «Los miserables», nominado a un Oscar de Hollywood / Al tercer día Delgado resucitó


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Así posaron en exclusiva para la revista Vogue Amanda Seyfried, Eddie Redmayne y Anne Hathaway, con el vestuario diseñado por Paco Delgado para Los Miserables, de Tom Hooper.

El diseñador de vestuario Paco Delgado es Dios.  ¿O por lo menos su hijo? Al menos lo ha sido en España esta segunda semana de 2013.  No la olvidará fácilmente. El primer día (el martes 8 de enero) logró una nominación a los Premios Goya por Blancanieves, de Pablo Berger. El siguiente (era miércoles 9 de enero) otra a los Premios Bafta ingleses por el diseño de vestuario de Los miserables (Les Misérables, Tom Hooper). Y al tercer día (es decir, hoy mismo, se acaba de saber en la comunicación de nominaciones celebrada en el Academy’s Samuel Goldwyn Theater de Beverly Hills, Los Ángeles, Estados Unidos) la guinda final. Ha sido nominado a los Oscar de Hollywood por Los miserables. Tras tres días que para él seguro que han sido de infarto, Delgado resucitó.

MaribelVerduBlancanieves

Maribel Verdú se ha declarado entusiasta admiradora del vestuario que Delgado hizo para su personaje de la madrastra de Blancanieves, de Pablo Berger.

El figurinista nacido en Lanzarote (islas Canarias) ha entrado así en el selecto club de la treintena de cineastas españoles nominados al premio de cine más importante de el mundo. Y es el segundo figurinista nacido en España que lo consigue.  Sigue leyendo

Memorias del Zinemaldia: 60 Festival Internacional de Cine de San Sebastián


(En esta entrada incluyo fotos propias, unas tomadas con teléfono móvil y subidas a la red social Instagram –@luisrocaarencibia– y otras con cámara digital convencional. También se incluyen imágenes promocionales de las películas que se mencionan. Las tres panorámicas que se incluyen conmigo de modelo son de José Antonio González)

Viernes, 21 de septiembre

Ambientazo en el restaurante Aldanondo. José Antonio se lanza al bonito con tomate. Marta, Álex y yo mismo a la txuleta con ensalada. Al igual que el año pasado, coincidimos con Santiago Segura, unas mesas más allá. Del comedor interior salen a la calle a fumar Ernesto Alteiro y Benjamín Ávila, actor y director de la argentina Infancia clandestina, que gustó mucho al público. También gustó a Imanol, director de ikastola, que aparece con Manuel y Fer al final de la cena. Nos retiramos a dormir.

Lo imposible batió récords de taquilla en España durante su primer fin de semana. Hay que recordar que fue un fin de semana de puente y… sin fútbol, negocio omnipresente que es uno de los principales escollos para el desarrollo del país.

José Antonio, que ha venido con un documental de Ayoze O`Shanahan filmado en Colombia bajo el brazo, se va de copas. Sigue leyendo

Especial Festival de Cine de San Sebastián, esta semana en La Provincia y La Opinión de Tenerife


Agradecido estoy a quienes han hecho posible la publicación la semana pasada de cuatro páginas sobre el 60 Festival Internacional de Cine de San Sebastián en el suplemento de Cultura de La Provincia. Desde los apoyos recibidos por los periódicos La Provincia y La Opinión de Tenerife a entrevistados y personas consultadas para los distintos temas pasando por familiares y amigos, que me han permitido que otro año más haya vivido la, hoy por hoy, insuperable experiencia de pasar la semana entera viendo cine en el que es, con notable diferencia, el festival más grande de España. Sigue leyendo

Blade Runner, Carmina o revienta, El esfuerzo y el ánimo, Los seductores, La felicidad nunca viene sola / Meg Ryan, Paco León, Maurice Béjart, Ridley y Tony Scott. Comedias románticas / Más y menos cine. Nuevos tiempos, otras pantallas.


El momento es de los más apasionantes de sus 116 años de historia. El buen cine es cada día más. No el que exhiben las salas comerciales, que es cada día menos, asfixiadas esas pantallas en conglomerados multinacionales. El cambio al nuevo soporte, los nuevos equipos que lo hacen posible, permiten dejarse oír a cineastas sin tanto recurso.

Lo mejor que se puede decir de una comedia romática es que te has olvidado de que lo es. Siempre que pienso en ellas me acuerdo de Meg Ryan. Sin bótox.

Buenos y malos cineastas, claro. Los muy malos proliferan, pero eso, más que malo, es normal. Sigue leyendo

Recuperar, divulgar, salvar (6): “Moby Dick en Las Canteras Beach”; Encuentro de Patrimonio Audiovisual de Gran Canaria


La presentación hace dos semanas del libro Moby Dick en Las Canteras Beach de Rosario Valcárcel (con lleno completo en el Salón Dorado del Gabinete Literario y tras la cual el editor Jorge Alberto Liria vendió de golpe los cincuenta y pico ejemplares que había llevado) me llevó a preparar el textillo que les añado al final de esta entrada. Leyendo el libro conocí cosas nuevas del rodaje más importante de la historia del cine en Canarias. Además, mientras daba vueltas al texto recibí la llamada de Pedro Vázquez, que participó en la construcción de la ballena, para avisarme de que pensaba acudir al acto. Llevaría la pelota de caucho fabricada con el mismo material con que se construyó la ballena blanca, que conserva desde entonces. Es una pelota menguante. Sigue leyendo

Ray Bradbury y el cine en Canarias: «Moby Dick», John Huston, «Crónicas Marcianas», «The Martian Chronicle», Ray Harryhausen


Ahora que el gran Ray Bradbury (1920-2012) llegó por fin al destino que se describe en la foto anterior es ocasión propicia para recordar los vínculos entre el gran escritor de Illinois residente en Los Ángeles y el cine en Canarias. La información la publica hoy Alberto García Saleh en el periódico La Provincia. Reproduzco aquí el texto que le envié la semana pasada y que el periodista ha reproducido fielmente. Yo añado alguna matización que sí tiene cabida en un espacio como este. Finalizo con una mención agradecida a Eduardo García Rojas, escritor, bloguero y crítico fundamental del cine de Canarias. Rastreando el universo google acabé, miren por dónde, en su blog El Escobillón para obtener el dato del rodaje en Lanzarote de la serie «Crónicas Marcianas» («The Martian Chronicles»). Aquí les entrego el texto:

Tres son los nexos que unen el nombre de Ray Bradbury con el cine en Canarias. Sigue leyendo

Familias de cine y teatro: los King, los Coleman, los Thatcher, Miquel y Alicia, el padre de Silvia, los Hoover, los Miller; Marilyn Monroe, Leo DiCaprio, Meryl Streep, Eduard Fernández, Emma Suárez, Lluís Homar, Michelle Henner, George Clooney


Hawaiano de cuna ricachona, Matt King (George Clooney) se enfrenta a un dramón familiar gracias al cual también podra poner en orden su vida. Su mujer se muere, encima él se entera por su hija de que le era infiel. Los descendientes (The Descendants, Alexander Payne, 2011) no es un filme grande; sí una película modesta y muy bonita que crecerá con el tiempo. Igual que la magnífica Entre copas (Sideways, Alexander Payne, 2004) película que  podría pasar -sin merecerlo- por una de esas de sobremesa que pasan los domingos por la tarde. No es tampoco memorable la interpretación de Clooney (sí lo es la de Paul Giamatti como Miles Raymond en Sideways) aunque lo colocara a un pie de su primer Oscar como protagonista, miel que le arrebató de los labios el primer francés de la historia que se lleva una estatuilla, Jean Dujardin. Arranca Los descendientes con la voz del propio King explicando que vivir en las exóticas Hawaiis no es sinónimo de felicidad, a pesar de que eso sea lo que vendan las autoridades isleñas en los folletos turisticos. Suena enormemente familiar para quienes vivimos en las igualmente volcánicas Canarias. Sigue leyendo

Rodaje en Canarias de Moby Dick (John Huston, 1956): Un insuperable regalo de Navidad


(Al final se ofrece un índice de las imágenes que acompañan a este texto)

El rodaje de Moby Dick (John Huston, 1956) revolucionó entre finales de 1954 y principios de 1955 la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias. Movilizó a más de cien personas entre nativos y provenientes de Inglaterra y Estados Unidos, como cuenta el propio John Huston en sus memorias A libro abierto (Espasa Calpe, Madrid, 1986, tercera edición). En dos meses, con participación decisiva de carpinteros locales, se construyó tanto la réplica de la ballena, de más de 65 metros de largo, como los alargados botes balleneros de dos puntas de mitad del siglo XIX en que se sitúa la obra maestra de Melville.

En 2006, coincidiendo con el 50 aniversario de su estreno puse en marcha un proyecto de recuperación documental sobre el más importante rodaje llevado a cabo en las islas Canarias. Un filme basado en la obra maestra de Hermann Melville, escrito por John Huston y Ray Bradbury, con interpretaciones sobresalientes (Gregory Peck y Richard Basehart, entre otros), momentos inolvidables como el sermón del padre Mapple (Orson Welles), que costó 4,5 millones de dólares y recaudó 10,4, el más taquillero del año en Estados Unidos, aunque decepcionara a una parte de la crítica. A pesar de eso John Huston recibió el premio al Mejor Director del Círculo de Críticos de Nueva York.

La respuesta al proyecto fue inmediata, muy numerosa. Los detalles, emocionantes. El texto que incluyo a continuación es una reescritura inédita hasta este momento del que publiqué un mes después de la muerte de Gregory Peck en el periódico local La Provincia, el 19 de julio de 2003, con informaciones obtenidas del proyecto que inicié tres años después.

Un texto que he preparado para un nuevo colega de Madrid -perteneciente a un grupo de grandes fanáticos de la ballena blanca- que me contactó gracias a este blog. Por él descubrió que la película de Huston se había rodado en Canarias. El caso es que en estos momentos preparan en una monografía sobre la gran novela «donde analizarán como a partir de un arquetipo literario Moby Dick se convierte en icono popular gracias a las múltiples reinterpretaciones gráficas de grandes artistas, dibujantes, ilustradores y pintores, cinematográficas, en cómic y televisión.» Parece que ya cuentan con textos y trabajos gráficos de Fernando Savater, Constantino Bértolo, Jaime Chávarri, Moncho Alpuente, Raúl Guerra Garrido, María Rosa Burillo, Juan Tébar y Manuel Hidalgo, Arturo Pérez Reverte, Antonio Muñoz Molina, José Luis Garci, Eduardo Naranjo, Pepe Hernández, Ricardo Martínez, Fernando Vicente y José Ramón Sánchez. Espero que vea la luz muy pronto.

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Durante la Navidad de 1954 el cine cayó como una nevada insólita sobre la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, que entonces era otro lugar, ciento setenta mil almas en una estrecha franja de costa donde si por ejemplo vivías en los barrios cercanos al puerto de la Luz y querías ver cine de estreno debías organizar una verdadera excursión al otro extremo. Un trayecto que llevaba más tiempo que atravesar hoy toda la isla de punta a punta. Cuentan que la secuencia final de Moby Dick, los diez minutos en los que el capitán Ahab se enfrenta cuerpo a cuerpo con el leviatán, debían haberse rodado en costas galesas primero y entre Azores y Madeira después, pero que el mal tiempo lo impidió. Cuenta Huston en sus memorias que la producción del filme había destrozado dos maquetas de la enorme ballena blanca en el intento. Casi tiran la toalla. No consta quien informó a los responsables de la producción de que 338 millas al sur existía otro archipiélago que casi nunca registraba tormentas y cuya principal ciudad, Las Palmas de Gran Canaria, contaba con una de las infraestructuras portuarias más avanzadas del Atlántico. Además de la caza de la ballena, en las costas canarias se filmó el epílogo del filme, aquel que muestra al superviviente Ishmael (Richard Basehart) flotando agarrado al ataúd de Queequeg (Friedrich von Ledebur) en alta mar.

Antonio Quevedo, que vive actualmente en Estados Unidos, tenía 23 años en 1954 y fue de los pocos canarios que participaron en el rodaje. “Debieron ser unas cuarenta personas entre técnicos y actores. También se trajeron gente de producción de la Península.” Su labor consistía en coordinar los traslados de los taxis asignados al director y actores principales. Recuerda a Peck como un “tipo asentado, muy pausado, como la imagen que proyecta en la mayoría de sus películas. Casi todo el equipo se alojó en el hotel Parque, en la zona de Triana junto al antiguo muelle de Las Palmas. Sólo cuatro lo hicieron en el hotel Santa Catalina: los actores principales, Gregory Peck, Leo Genn y Richard Basehart; y el director, John Huston.” Bueno, cinco en realidad si sumamos a la periodista francesa Veronique Passani, entonces novia de Peck. Éste aún estaba casado con su primera esposa. Por eso la pareja “por discreción”, explica Quevedo, ocupaba habitaciones separadas en el hotel. Gregory Peck se casó con Passani un día antes de empezar 1956 , año del estreno comercial de Moby Dick. Vivió con ella hasta su muerte el 12 de junio de 2003 a los 87 años.

Carmen Zumbado era entonces vecina del barrio marinero de La Puntilla, situado en el extremo norte de la Playa de Las Canteras. Con el paso de los años se convirtió en mujer clave del cine de Canarias en el sector de distribución y exhibición de películas. Una mujer a la sombra de su marido, el distribuidor Francisco Melo Sansó. Zumbado, entonces una joven veinteañera, recuerda a Peck como un hombre “extraordinariamente alto. Mi casa daba directamente al mar, así que lo veía pasar cada mañana en su barca por delante. Siempre iba de pie y a veces con la pata de palo que lucía en la película. Yo me asomaba al balcón y le gritaba: “¡Gregory, Gregory!” Siempre devolvía el saludo. Daba la sensación de ser un hombre muy educado.” Carmen recuerda con nitidez la imagen de la enorme maqueta de la ballena blanca varada en la ensenada natural que se forma al norte de La Puntilla, delante de la zona conocida por El Confital. También, que utilizaron el llamado Club de los Millonarios como sala de maquillaje y peluquería. Esta sociedad estaba ubicada en la planta alta del bochinche de Juan Pérez, utilizado también por técnicos y actores como punto de encuentro y refrigerio.

Las jornadas de rodaje no fueron largas y siempre se iniciaban a primerísima hora de la mañana. Se sucedieron por ambos lados de la costa que rodea la ciudad. El profesor Pedro Schlueter me confesó un día hace más de diez años que recuerda perfectamente ver el rodaje frente a la costa de la catedral de la ciudad, en el barrio de Vegueta. El equipo, solo si el clima lo permitía, salía en las barquillas balleneras de dos puntas del siglo XIX cargadas de pescado para atraer a las gaviotas. Así hasta que el excesode luz les impedía seguir. Cuando solo había que filmar tomas lejanas de las barcas se llevaban consigo a pescadores y cambulloneros de La Puntilla como improvisados remeros.

Una anécdota habla ciudadanos que se aprovecharon del rodaje para comerse los kilos de carne de res que la producción mandaba a comprar para atraer a las aves. Manuel Pérez González, hijo del conocido boxeador local Carreta lo confirma de esta manera: “En Moby Dick tenía unos amigos a los que encargaban comprar la carne que debían echar para atraer a las gaviotas. Pero ellos lo que echaban al mar eran sobras de pescado. Entonces los precios de la carne eran prohibitivos para los pobres. Gracias a la película se pudo comer mucha aquellos días.” Por su parte, el abuelo de Juan Antonio Carvallo fue el patrón del remolcador Fortunate, el barco que arrastraba la enorme maqueta. “La ballena subía o hundía la cabeza en el mar según la potencia con que la arrastrara el remolcador. John Huston daba orden de dar mucha potencia para que la ballena levantara el morro. Después le hacían señas a mi abuelo para que parara. De esta forma la ballena hundía su cabeza en el mar.”

Antonio Quevedo recuerda los visionados mudos del filme en el cine Avellaneda del barrio de Vegueta –hoy teatro Guiniguada-. También las frecuentes juergas empapadas en alcohol de los miembros del equipo y cómo muchas de ellas se empataban con el trabajo de la mañana siguiente. Otros han testimoniado partidas de póker de Huston y Peck sobre un yate en Las Canteras entre montañas de dólares. Manuel Márquez, que con trece años fue figurante en el papel del grumete del barco y en las barcas balleneras, recuerda ver a su hermano saltar por la borda del yate “una vez que una ráfaga de viento lanzó la montaña de billetes por los aires hasta el mar. La propina que le dieron no la olvidó nunca.” A él, que no sabía nadar, la producción le facilitó un salvavidas “milagroso” que se abría al contacto con el agua. En una de las fotos aportadas al proyecto de recuperación de materiales aparece Manuel Márquez con 13 años a los pies de Gregory Peck entre otros adultos en el puerto de La Luz. En ella aparece también otro niño de raza negra. Ese niño es su hermano. Manuel nunca había visto la foto. Su hermano había fallecido unos pocos años antes.

Otros testigos rememoran una multitud que se divertía viendo como el actor de raza negra Edric Connor cambiaba el color de sus ojos gracias a unas lentillas de colores, desconocidas en la España de la época. Otros, fiestas en el Club Victoria de Las Canteras, saques de honor el mismo día de Navidad en el viejo Estadio Insular -que entonces tenía diez años- y presentaciones a la alta sociedad en el hotel Santa Catalina. Una juerga acabó con el piano de cola del hotel rodando escaleras abajo por una apuesta entre forzudos canarios y miembros ingleses del equipo sobre quién sería capaz de bajarlo a hombros desde el salón hasta el hall. En una ocasión, rememora Quevedo, “se concertó un combate de boxeo entre Edric Connor y un boxeador local.” También asistió Peck, que hubo de saltar al ring para saludar a la enfervorizada multitud.

En el taller del puerto Carbonera Canaria se construyó la réplica de la ballena, de 65 metros de largo. Francisco Correa trabajó como traductor del ingeniero inglés que dirigió la construcción. Recuerda que los ingleses se trajeron carpinteros especializados de fuera, “pero al comprobar la maña de los locales los mandaron de vuelta a Inglaterra a los pocos días.” Juan Socorro, empleado de la Casa Miller, trabajó en la construcción de la ballena “de madera, metal y látex”, como explica Houston en sus memorias. El cuerpo principal “se hizo sobre una chata o aljibe, que era como le decíamos a las barcas que suministraban agua a los barcos fondeados. Tardamos un mes en hacerla.” La cola se construyó de forma independiente. La familia Betancor puede que conserve en una de sus propiedades la réplica de látex del capitán Ahab que se trajo para el filme, según testimonió el director de cine fallecido en 2006 Antonio José Betancor. Aunque Francisco Correa afirma que el muñeco se lo regalaron a “un inglés que solía recalar en Gran Canaria.” Una miniatura de la maqueta que los ingleses trajeron como modelo, de un metro de largo, sigue en paradero desconocido desde que la fotografíe en 2003 en las oficinas de una consignataria de la calle La Naval de Las Palmas de Gran Canaria.

Por último, Quevedo explica que Gregory Peck contaba también con un especialista expresamente traído de Inglaterra para sustituirlo en las escenas más comprometidas. “Idéntico a él, yo lo confundí muchas veces.” Aún así, Peck hubo de colocarse personalmente sobre la ballena en el complicadísimo plano en que le grita maldiciones al cetáceo mientras le hunde el arpón en el lomo. Francisco Correa recuerda que “Gregory Peck felicitó a un operario que se llamaba Sindo por sus maniobras en la escena en que estaba con el pie metido en la ballena. Le dijo que su vida había estado en sus manos.” Huston también se refiere a este momento en sus memorias. El director de origen irlandés nombra uno de los planos rodados esos días en Canarias como el más importante del filme. Aquel en que el brazo de Ahab se balancea inerte como indicándole a los marineros en las barcas que continúen la caza.

La estancia de Gregory Peck, John Huston y el equipo de rodaje de la compañía inglesa Moulin Productions en Las Palmas de Gran Canaria ha traído consigo buenas dosis de literatura y nostalgia. Pero es menos conocido fuera de Canarias de lo que debiera. Moby Dick –el filme más taquillero del año en Estados Unidos en 1956- se rodó hace 58 años y es la película más importante rodado nunca en las islas. Es curioso, porque de Canarias solo muestra mar, cielo y horizonte. Para la ciudad constituyó un inesperado –insuperable- regalo de Navidad del que los canarios solo echamos en falta un detalle: que también se hubiera incluido el nombre del archipiélago en los agradecimientos del principio del filme, donde solo hay referencias a Gales y Madeira.

Índice de imágenes:

1) Los autógrafos de los actores que se desplazaron a Las Palmas de Gran Canaria fueron recogidos por Juana Bravo de Laguna Blandy.

2) Extraída de la gacetilla Ídolos del Cine sobre el actor Gregory Peck de los años 50, aportada por Luis Serrano Sanz (imagen de la derecha), la imagen de la izquierda muestra a Gregory Peck con Veronique Passani.

3) Gregory Peck entre isleños en el puerto de la Luz. Manuel Márquez aparece a sus pies, junto a su hermano. Aportada por Sergio González Fleitas.

4) Saque de honor en el Estadio Insular. el 25 de diciembre de 1954. La hija del industrial Eufemiano Fuentes, Tere Fuentes le entrega a Gregory Peck un ramo de flores. Aportada por por Juana Bravo de Laguna Blandy.

5) Collage con imágenes de la construcción de la ballena. De un artículo del periodista Mariano de Santa Ana publicado en La Provincia en agosto de 1997. Son de Leonardo Cabrera.

6) A la izquierda, el muñeco que hacía las veces de capitán Ahab para las tomas más lejanas o complicadas. Foto de Leonardo Cabrera. A la derecha, la maqueta de un metro de largo traída para la construcción desde Inglaterra, tal y como la fotografió La Provincia en 1997 para el artículo de Mariano de Santa Ana.

7) En la revista Radiocinema se publicó el 6 de octubre de 1958 esta página anunciando el estreno en España del filme, dos años después que en Estados Unidos. Aportada por Luis Serrano Sanz.

¿Peplum? ¿Quo vadis? / Inmortales, Furia de Titanes, One Million Years B.C.; John Hurt, Michael Rourke, Rachel Welch; Jasón y los argonautas; Bradbury y Harryhausen; Emilio Ruiz del Río; 300


“¡El culo de la oráculo fue todo un espectáculo!” Mi amigo Xabi el vulcanólogo salió de la película en los cines Artesiete de Telde desencantado pero excitado. Su frase hacía referencia a la imagen dorsal de la visionaria Fedra (interpretada por Freida Pinto, aunque esta escena la rodara una doble), cuyo trasero invicto estaba a punto de caer por primera vez en la vida bajo las caricias de Teseo (Henry Cavill, próximo Superman). “Eso sí”, apuntó Xabi, “el 3D no está todo lo aprovechado que pudiera en esta secuencia. En desnudos y 3D, nada ha superado todavía a Piraña (Alexandre Aja, 2010).”

Inmortales (Tarsem Singh, 2011) es un poderoso –y recomendable- ejercicio visual salpicado de gore. Los goterones de sangre de las cabezas decapitadas de humanos y dioses –atención a Isabel Lucas que hace de Palas Atenea- se espesan en imposibles slow motions (cámara lenta) tal y como los conocimos por primera vez en Matrix (Andy y Lana Wachowski, 1999). “Cierto lo del culo”, repliqué a Xabi, “pero convendrás conmigo en que el look de india bombaití de la actriz no favorece mucho la veracidad de la historia”. “¡Más que eso! Debe escoger entre mantener su capacidad de saber el futuro y pasarse por la piedra a Teseo y… ¡elige al campesino! ¿Pero dónde se ha visto eso?”

Fotografía en permanente HDR (high dinamic range), momentos salvajes, otros épicos, un tsunami y a continuación el primer Prestige de la historia, que deja a Teseo, Fedra y demás semidioses hechos unos zorros. John Hurt, más trascendental aquí en el rol de un viejo que en El topo (Tinker Tailor Soldier Spy, Tomas Alfredson, 2011), donde interpreta al jefe del servicio secreto británico Control que trata de resolver el enrevesado cluedo jubilando al honrado Smiley (Gary Oldman). Lo mejor de El topo, por cierto, su ambientación y música. ¡Bien por Alberto Iglesias por su nueva nominación para los premios Oscar! Ya van tres. Oldmann, también nominado, lo tiene más difícil frente a las candidaturas del favorito George Clooney (Los descendientes, The Descendents, Alexander Payne, 2011) o Jean Dujardin (The Artist, Michael Hazanavicius, 2011).

Nunca se vio un Hércules menos herculíneo. Chaffey, Harryhausen y el productor Charles H. Schneer quisieron alejarse de los péplums de musculitos. Con sus pelucas blancas, su maquillaje de mogollón carnavalero y sus barriguitas nada tabletas de chocolate buscaron humanizar el mito.

No pasará a la historia Inmortales por su fidelidad al mito, pero, queridos, esto es peplum. Una de romanos, que cantaba Joaquín Sabina. O de griegos, egipcios… Agotado el género en los sesenta cuando era mítico en cines de barrio resurge con fuerza en la última década gracias a la tecnología digital y con Gladiator (Ridley Scott, 2000) como bandera. En Inmortales Hiperión el malvado está interpretado por un Michael Rourke muy lejos en diámetro del Stanley White de Manhattan Sur (Michael Cimino, 1985). En aquella exhibía delgadez y sonrisa chulesca, luchaba contra las mafias chinas que empezaban a romper el monopolio de los indiscretos espaguetis y se llevaba a la periodista Tracy Tzu (Ariane) al huerto, que en aquel NY ochentero era un apartamento con vistas al skyline desde amplísimas cristaleras. En Inmortales Rourke es más el perdedor con océanos de bótox de The Wrestler (Darren Aronofsky, 2008): un oso enorme y vencido a pesar de contar con el legendario arco Epiro, capaz de liberar a los mismísimos titanes. “Hiperión, hay que decirlo,” se despidió Xabi, “es un sádico que elige métodos rudos para dejar sin descendencia a los monjes díscolos.” Exactamente. Los abre de piernas en el suelo y el más brutal de sus verdugos escoge el martillo de piedra mayor de su ferretería prehomérica. ¡Jesús! El blamm! es de órdago a la grande.

Furia de titanes (Clash of the Titans, Louis Leterrier, 2010) no pasará a la historia por su calidad artística, pero ¿cuándo película de griegos para adolescentes lo ha pretendido? Sí, en cambio, está ya en la historia con mayúsculas del cine en Canarias: es la película de mayor presupuesto rodada nunca en las islas (112 millones de euros, busquen ejemplos similares en España). También, porque nunca antes se habían rodado secuencias tan espectaculares como en este filme, me refiero a la de los escorpiones gigantes en el parque nacional de Las Cañadas del Teide. Y también porque, cuatro décadas después y gracias a la capacidad de las nuevas tecnologías, retoma el hilo de otra de los filmes de los que los isleños de estos peñascos subtropicales podemos sentirnos más orgullosos, Hace un millón de años (One Million Years B.C., Don Chaffey, 1966), la animación prehistórica de Ray Harryhausen –la número 100 de la Hammer Film Productions-, rodada en invierno de 1965 en Lanzarote, Tenerife y Gran Canaria. Esta joya del stop motion (animación fotograma a fotograma) con permiso de Jasón y los argonautas (Jason and the Argonauts, Don Chaffey, 1963) convirtió en estrella a Rachel Welch en bikini de piel de cabra. Para algunos (no para quien esto suscribe) Hace un millón de años entra la categoría de péplum si tenemos en cuenta que estos filmes son básicamente pelis de aventuras que se desarrollan en la Antigüedad. ¿Y qué más Antigüedad que la prehistoria inverosímil de Hace un millón de años, con hombres y dinosaurios ocupando idéntico tiempo y espacio? La Welch, Loana de la tribu de las Conchas, libera del horror a Tumak (John Richardson) de la tribu de las Rocas, cuyos hermanos eran al menos tan cavernícolas como los acusadores del juez Garzón en el Tribunal Supremo.

Lo demás (es decir, lo de menos) de Furia de titanes es la historia. Otra de griegos. Y la traducción en clave cinematográfica de la mitología griega nunca ha obtenido grandes resultados. Difícil mejorar unos textos clásicos apasionantes, deslumbrantes, altamente recomendables. Sí será recordada en cambio por su torpe versión inflada al 3D, aunque gracias a ella logró recuperar la inversión. Tenerife, La Gomera, Lanzarote y Gran Canaria fueron escenarios naturales de rodaje, aunque la primera se llevó el gato al agua. Esperamos ansiosamente por la segunda parte de Clash of the Titans, que ha sido igualmente rodada en Tenerife.

Tasos medía dos metros en el mito original pero el coloso de los efectos visuales Ray Harryhausen lo convirtió en el Coloso de Rodas para potenciar su aspecto amenazador. Los tripulantes del Argo, los mejores atletas y luchadores de cuando Occidente abría el telón, debían remar al unísono hasta que «sus corazones estallasen y sus músculos se rasgasen» para lograr cruzar el puerto por debajo de las piernas del gigante. No lo consiguieron, pero, gracias a Hera, Jasón descubre que el talón de Aquiles de Tasos está en su talón. Por ahí se desangra. Más adelante es un tritón descomunal de verdad el que estirando los brazos logra que las montañas no se desplomen sobre Jasón y los argonautas. Éstos, para la victoria final que les permitirá volver a la patria con el vellocino de oro sisándolo al padre de Medea, rey de Cólquidas, lucharán y vencerán a siete esqueletos surgidos de la tierra de los dientes arrancados al cadáver de la Hidra de siete cabezas, en la escena culminante del filme.

Muchos quebraderos de cabeza dio Jasón y los argonautas al mago Ray Harryhausen, quien en 1992 recibió el Oscar honorífico de manos de su amigo de adolescencia Ray Bradbury en una ceremonia presentada por Tom Hanks. Hanks finaliza el momentazo con: «¿Casablanca? ¿Ciudadano Kane?¡ Mi favorita fue siempre Jasón y los argonautas! » Nunca se vio un Hércules menos herculíneo. Chaffey, Harryhausen y el productor Charles H. Schneer quisieron alejarse de los péplums de musculitos. Con sus pelucas blancas, su maquillaje de mogollón carnavalero y sus barriguitas nada tabletas de chocolate buscaron humanizar el mito. Casi 50 años después lo que mejor sobrevive es, en verdad, la magia de Harryhausen, un estadounidense de L.A. que hundió su alma en el cine cuando con 13 años su padre lo llevó a ver King Kong (Merian C. Cooper, Ernest B. Schödsacken, 1933).

Llega el momento de subrayar los dos vínculos esenciales que los dos amigos del alma –grandes nombres de la cultura popular del siglo XX- guardan con el cine de Canarias: Harryhausen, como se ha dicho, filmó a las órdenes del mismo director tres años más tarde One Million Years B.C.; y Bradbury fue con John Huston guionista de Moby Dick (John Huston, 1956), su filme más importante, rodado en la costa de Las Palmas de Gran Canaria. Otro punto de unión: el documental que el canario Andrés Santana produjo sobre el wizard español de Hollywood, Emilio Ruiz del Río, (El último truco, Sigfrid Monleón, 2008), ya que el madrileño coincidió con Harryhausen -así se narra en el filme de Monleón nominado al Goya- como uno de los últimos artesanos de los efectos especiales del cine, antes de la llegada primero del vídeo y después del digital. Emilio Ruiz siguió trabajando hasta su muerte el 14 de septiembre de 2007, cuando el documental para el cual había realizado su último truco había terminado de rodarse. Sin embargo, el mago norteamericano finalizó su carrera profesional como creador de efectos en 1981 con… Furia de titanes (Clash of the Titans, Desmond Davis). 29 años más tarde, como también se ha dicho, otra versión del mismo filme tuvo a Canarias como principal escenario natural de rodaje.

Predominan el oro, la plata y el rojoen las tonalidades de 300 (Zack Snyder, 2006). El dorado de día sobre sobre cielos, pieles humanas y trigales, que en 300 son la piel de la tierra, y el plateado para la noche, incluso si un viejo baboso lame con su lengua pustulante a la joven más bella de Esparta.El rojo es la sangre y capas de los 300 descendientes de Hércules que se enfrentarán al infinito ejército del persa Jerjes, el primer rey de reyes drag de la historia del cine. Al igual que su guardia personal, este Jerjes onmisexual parece sacado de una gala drag del carnaval de Las Palmas.

No es 300 una películas de túnica (péplum) cualquiera. Grandilocuente, redundante, sofocante en la enunciación, sus signos de puntuación son como una tormenta de piedras sobre el coco del espectador. Vendaval de rocas reforzado por una voz que todo lo sabe, ve e interpreta. Algo chirría en esta supuesta oda al hombre libre del judío de Wisconsin Snyder representada por hombres cincelados hasta las cejas con batidos de proteinas y sustentada en el poderío tecnológico del pluscuamperfecto HDR en la fotografía que la hace parecer un videojuego. ¿Pudiera interpretarse como el desahogo de cierta conciencia estadounidense machacada con el miedo al islamismo radical derivado del 11-S? Recurre otra vez Hollywood a la evasión del péplum en tiempos de amenazas. Mejor cuando lo hacía en tiempos de revolución sexual. Pero al igual que antes, reinterpreta los mitos maravillosos como mejor le conviene. Los fotografía, gracias a la tecnología, como nunca. Los teatraliza y manipula, como siempre.

Índice de fotografías:

1) Una imagen de Rita Hayworth en su único peplum, «Salomé» (William Dieterle, 1953); y una imagen del actor Mark Foster, icono del género, acompañan la presentación de esta entrada. Agradezco información y, por ejemplo, estas dos fotografías, al blog Peplum, de obligada visita para quien quiera seguir profundizando.

2) Superposición de dos imágenes de «Piraña 3D».

3) Seis escenas de «Inmortals». La de arriba muestra el momento en que Fedra está a punto de renunciar a su carrera de oráculo (quien se quita la túnica es una doble de la actriz Freida Pinto); entre las demás, Isabel Lucas (Atenea) aparece en un primer plano; también el tsunami que precede a la primera catástrofe ecológica de la historia de la Humanidad.

4) Imagen promocional de «Furia de titanes» (2010).

5) Rachel Welch en una imagen promocionaol de «Hace un millón de años».

6) Tasos persigue a los intrusos en un momento de «Jasón y los Argonautas».

7) Imagen promocional de la primera versión de «King Kong», de 1933.

8) Los dos afiches de «Furia de titanes», a la izquierda el de la versión de 1981, último trabajo de Harryhausen como creador de efectos visuales, con Harry Hamlin como protagonista; y a la derecha de la versión de 2010, rodada principalmente en las islas Canarias, con Sam Worthington de protagonista.

9 y 10) Los trigales dorados de «300» en un momento del filme, con la princesa Gorgo (Lena Headey); «Drag» Jerjes (Rodrigo Santoro) trata de negociar en vano con el rey Leonidas (Gerard Butler); y persas más persas a punto de empezar la lucha.

«Seis puntos sobre Emma», Aldeguer, Echegui, Pérez Toledo; Polanski, «Carnage»; Fassbender; sexo y cine negro; «Fuga de cerebros 2», cheeseburgers vs. donettes; «Puss in Boots»


Seis puntos sobre Emma es una película muy pequeña con un corazón muy grande. Llamo películas pequeñas a las que se hacen al límite de lo posible desde el punto de vista de su presupuesto sin ceder ante el compromiso con unos estándares básicos de calidad técnica y artística que agradece -y aprecia- el espectador. Tienen un enorme peligro: son como un corredor por un camino de barro en una noche lluviosa al borde de un precipicio. Pero en su primer largometraje Roberto Pérez Toledo es un heroico corredor de ultra trail que logra no despeñarse.

Seis puntos sobre Emma es una película muy pequeña con un corazón muy grande. Un dios salvaje un gran filme pequeño con un cerebro grande. Fuga de cerebros 2 sustituye la obsesión  por la cheeseburger por el donette (en la jerga, el sexo femenino por el ano). Los chicos se están haciendo mayores y empiezan a mirar hacia atrás sin ira.

Merece, pues, por talento, estar en las nominaciones de los Premios Goya este año, cuyo plazo para las votaciones arranca mañana jueves, 15 de diciembre. En apenas una hora. La comunicación de los finalistas será el 10 de enero. Por el alto nivel interpretativo de sus personajes principales y de -casi todos- sus secundarios (mención especial para Verónica Echegui –Emma- y Nacho Aldeguer –Ricky-) y, especialmente, por la complejidad psicológica de la historia, que no da nada por definitivo ni después del plano final. Como todo el cine de Rober, y según expresión que él mismo reivindica, Seis puntos sobre Emma también recuerda a “esas cursis dedicatorias que se escriben en las carpetas del instituto”. Navega entre el sentimentalismo y la verdad. Ganan la sensibilidad y la honestidad. Enhorabuena a todo el equipo por demostrar que productos profesionales y de calidad pueden hacerse también desde Canarias. Es por eso también que escribo, que estamos trabajando.

Otro film pequeño, aunque inconmensurablemente grande al lado del producido por La Mirada, es Un dios salvaje (Carnage, 2011), lo último del director de Repulsión (Repulsion, Roman Polanski, 1965), película que ha adquirido el status de clásico a sus 46 años y felizmente restaurada en fechas recientes para su pase en salas comerciales. Resulta insultante comparar los 25 millones de euros de presupuesto de Carnage con los de Seis puntos sobre Emma, que a duras penas ronda el 5% de esta cantidad. Podría decirse entonces que Un dios salvaje es un gran filme pequeño con un cerebro grande. Excepto dos secuencias muy sencillas en un parque -que abren y cierran el filme-, todo se desarrolla en esta coproducción -con una empresa española como uno de los socios, Versátil Cinema– en un decorado parisino transformado en pisito neoyorkino con vistas a Manhattan. Poderosas interpretaciones (mi favorito es el matrimonio Nowan formado por Christopher Waltz -Alan- y Kate Winslet -Nancy-, aunque tanto Jodie Foster –Penelope Longstreet- como John C. Reilly –Michael Longstreet- están igualmente a gran nivel) y, al final, una reflexión sobre lo absurdo de los ideales en las vidas opulentas al ocaso que tanto recuerdan a las tribulaciones de los personajes en los mismos estándares que retrata Woody Allen. Ideales especialmente al ocaso cuando se construyen en una sociedad que por superior en lo económico también se cree por encima en lo moral.

2011 ha sido el año del alemán Michael Fassbender. En cartel con la decepcionante Un método peligroso (A Dangerous Method, David Cronenberg) -acartonada y aburrida película de los noventa a la que le faltan más sesiones de spanking en el metraje y no sólo las dos que se intuyen en el trailer, vaya estafa- y la bonita, aunque algo larga y de ritmo plano, Jane Eyre, melodramón romántico también protagonizado por la Alicia de Tim Burton (Mia Wasikowska), filme este –Alicia en el País de las Maravillas (Alice in Wonderland, 2010)- que motivó un inusual comentario editorial nada menos que del diario El País donde lamentaba la supuesta deriva de su director como si de un asunto de interés general se tratara (a mí esa Alicia me encantó). Fassbender, actor nacido en Heidelberg tiene al menos otro filme pendiente, y este gustará especialmente a cinéfilos: Shame (2011), opera prima del publicista Steve McQueen que gustó más en Venecia que en San Sebastián y  donde interpreta a un neoyorkino treintañero adicto al sexo traumatizado por una relación incestuosa con su hermana.

Mucho sexo en ¿Ángel o diablo?, Shame, Un método peligroso, La última seducción y Fuga de Cerebros 2. ¿Menos que en El gato con botas?

Mucho sexo -aunque inducido, que es como debía ser obligatoriamente en el cine comercial casi hasta anteayer- hay en Ángel o diablo (Fallen Angel, Otto Preminger, 1945) donde el desesperado Dana Andrews (el publicista Eric Stanton) resuelve el crimen de su enamorada Linda Darnell (la camarera Stella) como única salida para no verse él mismo en la sombra. Filme de cine negro en blanco y negro –como debe ser-, de enorme fotografía y gran guión. Más sexo, aquí ya también explícito, ofrece la espléndida La última seducción (The Last Seduction, John Dahl, 1994), protagonizada por una inolvidable Linda Fiorentino en el papel de Bridget Gregory. Película de cine neonoir -diría un recursi- que responde sin margen para el malentendido a la pregunta: ¿qué es una femme fatale? Si te lo preguntan, ponles la película. Sigue la vida… Sexo con travesti y travestido de humor descerebrado, gamberro, soez, grueso, grosero, escatológico, inmaduro, infantil, casposo, juvenil, reprimido, hilarante, estúpido, desconchabante, insultante, explosivo es lo que ofrece Fuga de cerebros 2 (Carlos Therón, 2011), que da lo mismo que ya daba mejor el primer filme de la saga. La Universidad de Oxford se cambia aquí por la de Harvard, Mario Casas por Adrián Lastra, Amaia Salamanca por Patricia Montero y la obsesión febril por la cheeseburger por el recurso más a mano del donette (traduciendo la jerga, el sexo femenino por el ano). Los chicos se están haciendo mayores y empiezan a mirar hacia atrás sin ira. Canco Rodríguez (El Cabra) y Alberto Amarilla (Chuli) vuelven a destacar en el elenco. Sus personajes son los mejores de la saga.

No hay apenas sexo en El gato con botas (Puss in Boots, Chris Milles, 2011) divertidísima película de animación para niños que se pasa igual que como se olvida, en un suspiro. ¿O sí lo hay? El espectador lo pasa bien, pero no menos que, se adivina, debieron pasarlo Antonio Banderas y Salma Hayek para ponerles las voces a los intrépidos protagonistas, él oportunamente andaluz, ella oportunamente mejicana. Entre ambos, un huevo frito por su ambición. La sola presencia de ambos en el reparto de voces haciendo de dulces mininos es una invitación al público adulto para que dejen volar su imaginación más allá de donde les alcanza a los niños.