
– Monumental cruising este que propone el enfant terrible banyolés Albert Serra en “Liberté” y por el que ganó un premio en el festival de Cannes.
– Pongamos cuidado que ahora hay más vigilancia. Camina que yo vigilo.
– Y fíjate que no es cruising como en las dunas de Maspalomas a plena luz del día, sino toda una noche en un bosque francés en el siglo XVIII con la nobleza ya destartalada por la Revolución Francesa.
– Sí, ellos en franca retirada, pero míralos, erre que erre, en carrozas o al aire libre, dando rienda suelta a los bajos instintos.
– O altos, según se mire.
– A mí me gustó el alemán que al final muere, y tan salvajemente, el pobre. ¡Qué forma de hablar y qué buena presencia tiene!
– No era alemán, sino austrohúngaro. Todos tenemos que morir. Yo pienso que murió a la altura de sus pecados, como un despojo.

– ¿Cómo me dijiste que se llamaba?
– El actor, Helmut Berger.
– Me lo apunto.
– “Liberté” es un sarcasmo de título, pero, además, es monumentalmente soporífera, todo hay que decirlo. Sin embargo, hay que verla. No hay cine radical mejor en España que el de Serra. Es áspero, hiriente, interrogante, trascendente.
– A mí también me pareció lentísima.
– ¿Sabías que hizo una película en Fuerteventura? “El canto de los pájaros”, sobre el viaje de los Reyes Magos de Oriente. Magnífica película, igualmente soporífera. El portal de Belén era una casucha en Betancuria.
– A mí me parece un mérito grande conseguir el dinero para hacer películas minoritarias como esta. ¿Cómo lo hacen?
– ¿Quién cree usted que puede permitirse pagar este prolongado bostezo?
– ¿Subvenciones públicas?
– Mire, mire, ahí cerca hay dos, ¿los ves entre los matos cómo se mueven? Aristócratas no parecen no, pero tampoco hemos cambiado tanto.
– Mira, busquemos mejor por otro lado. Y no me llames de usted, me llevas 30 años.
– Para mí no tienes edad. Eres mi autoridad. Dame la mano, la boca, los pies, ángel mío. Aquí estaremos bien.
– Te lo merece solo por enseñarme cosas tan interesantes. ¡Uy! ¿Oíste eso? ¿Qué fue?
– Son los camellos de la Charca. Todo va a estar bien.
